En estos momentos se están dando dos tipos de movimientos respecto al descubrimiento y labor de aculturación llevada a cabo por España en las tierras descubiertas por Colón.
Uno de ellos propugna, entre otras cosas, la unión con España.
Es el caso que se está originando en Puerto Rico. No sabemos si esa propuesta y anhelo por parte de los portorriqueños tendrá buen fin, aunque, para ello, haya que superar obstáculos casi insalvables. Posiblemente el mayor y principal sea darlo a conocer a los españoles y portorriqueños, así como al resto de hispanoamericanos, y crear un clima y caldo de cultivo para convertirlo en una petición y clamor popular para que los políticos de ambos países se interesen y tomen parte en ello. Historiadores, catedráticos, políticos y otras personas con representatividad pública relevante, defienden a machamartillo la eximia labor que España realizó en aquellos parajes y la herencia cultural y económica que gozaban estos virreinatos hoy países, antes de que se independizasen de la Corona española, aunque haya quien no la reconozca y abomine de ella, como los políticos de esta izquierda rancia, periclitada y trasnochada a la que todo lo que España realice le repugna. También se está reconociendo y poniendo en valor todo lo llevado a cabo por España en estas tierras, así como las universidades, algunas de ellas creadas antes que otras españolas y europeas, lo mismo que otras diversas instituciones. Existe otro movimiento, este de reivindicación del indigenismo, conocido como ABYA YALA, por el que se pretende poner en valor todo lo existente en lo que fueron posesiones españolas antes de la llegada de Colón a las tierras amerindias.
En palabras de Julia Giuliani, que, por su apellido, denota su ascendencia italiana y no aborigen de aquellas tierras, por lo que poca o ninguna sangre indígena correrá por sus venas para que se erija en portavoz de unos derechos que no debe ni puede reclamar, pues sus ancestros no son hispanoamericanos, sin embargo, pretende:
- la decolonialidad (palabro no reconocido por LA RAE, que en su lugar emplea descolonización, aunque España no tuvo colonias, sino virreinatos, no me cansaré de repetirlo) hasta en la forma de nombrar al nuevo Continente (llamado por los colonizadores como América en homenaje a Américo Vespucio). Ciertamente a mí, como español, me desagrada el nombre de América, pues se debe al apellido de un explorador y cosmógrafo florentino-castellano, Américo Vespucio, que fue el primero, aunque ya Colón había hablado de otro mundo que, posiblemente le diese pie para él llamarlo Nuevo Mundo, refiriéndose a Brasil y que el cartógrafo alemán Martin Waldseemüller instauró en su honor el nombre de América para este nuevo continente. También hay quien dice que este nombre es en realidad el producto de algún error, algún desconocimiento y bastantes dosis de fantasía.
- Igualmente habla de resignificar y reconocerse en palabras y lenguajes que les fueron arrebatados y que es preciso y urgente rescatar para construir una patria grande y la autodeterminación de los pueblos… que sean la materialización de las luchas que se llevan a lo largo y ancho del Abya Yala. Llegados a este punto consideramos que es conveniente que conozcamos qué es ABYA YALA. Se trata de un movimiento que significa “Tierra Madura”, “Tierra Viva” o “Tierra en Florecimiento”, denominación que utilizaban los kunas, pueblo autóctono que habita en Colombia y Panamá, para designar al territorio comprendido por el Continente Americano. Primera pregunta: ¿estos kunas restringidos a Colombia y Panamá, tenían conocimiento de otros pueblos como los aztecas, los incas, los mayas o los patagones, por citar algunos? Según el mapa que a continuación mostramos, más bien parece que no, pues Panamá se limita solo al istmo, y Colombia, da la impresión de que, de no linda con la Patagonia, así que poco o nada podrían conocer de pueblos tan alejados Extender, tanto a la zona de América del Norte, desde México hasta California, Texas y demás tierras de América del Norte que antiguamente fueron poseídas y civilizadas por los hispanos y que pertenecieron a España, cuanto a la del Sur, un nombre con el que no se habían conocido estas tierras antes de la llegada de los españoles, creo que es un poco atrevido, además posiblemente países como Perú, Argentina Chile, y otros más no se sentirían identificados con ese nombre. Este es otro de los movimientos encaminado a desprestigiar la eximia labor que España realizó a partir de 1492, año del descubrimiento, hasta que estos virreinatos se independizaron y se convirtieron en países independientes con el consiguiente perjuicio para sus habitantes como demuestra la Historia. Habla de lenguas que fueron arrebatadas ¿a quienes a los kunas? ¿qué hablaban estos? ¿Por qué no tiene en cuenta las palabras de tantos historiadores hispanoamericanos que encomian la labor civilizadora hispana? Otro que se erige en paladín y defensor de los derechos de los indígenas sin que corra por sus venas ni una sola sangre aborigen, y exige que Felipe VI, como rey de España, pida perdón por la conquista de Méjico es Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Veamos la sangre indigenista que corre por sus venas. Su abuelo nació en Ampuero, pueblito que conozco bien por haber pasado unas vacaciones en él. De este solo existe un documento que el que exhibe su alcalde, Patricio Martínez: una partida de nacimiento de José Obrador, fechada el 11 de marzo de 1893, es hijo de guardia civil que en 1917 sale de la casa cuartel donde vive en Ampuero, sin más equipaje que un saco de consejos paternos para ser un hombre recio. Su padre, Esteban Obrador Mayol, era un mallorquín destinado a la villa ampuerense, donde fijó su residencia definitiva junto a su esposa, Felipa Revuelta López, natural de Entrambasaguas, también en Cantabria. Por ello en sus venas podemos decir que no hay ni un ml. de sangre indiana. ¿Estas personas saben acaso la labor que realizaron sobre todo los misioneros editando gramáticas de lenguas amerindias par que estas no se perdieran; alguna de ellas publicada antes que la gramática inglesa que se editó en 1560 y la quechua. En 1560 se publica en España la primera gramática del quechua (la "Grammatica o arte de la lengua general de los indios de los reynos del Perú" del misionero Domingo de Santo Tomás). La obra se publicó en Valladolid 26 años antes de la publicación de la primera gramática inglesa. La primera gramática del náhuatl fue escrita en 1531 por misioneros franciscanos españoles (hoy el texto original se ha perdido), En 1570 el Rey Felipe II de España decretó que el náhuatl fuese idioma oficial del Virreinato de la Nueva España, que abarcaba el actual México, gran parte del actual territorio de Estados Unidos y Centroamérica. Aunque declaró su independencia en 1810, México no declaró el náhuatl como lengua oficial hasta 2021, ¿respeto a las lenguas aborígenes? ¡Venga ya! Continuar con la inmensa, profunda y encomiable labor que los españoles, virreyes, misioneros y hasta potentados particulares realizaron en estas tierras, cuya misión principal era, por mandato de los Papas, cristianizar a sus habitantes, bien que lo consiguieron, hoy, después de más de 200 años de independencia podemos ver sus resultados, merece un ensayo aparte. Las raíces de la Leyenda Negra, cuyo único fin es desprestigiar y atacar todo lo hecho por España, son muy profundas y costará mucho tiempo arrancarlas.
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