En un hallazgo sin precedentes, arqueólogos han desenterrado en Extremadura una fortificación de la Edad del Cobre con cerca de 5000 años de antigüedad. El yacimiento, conocido como Cortijo Lobato, fue descubierto durante las obras de construcción de un parque fotovoltaico en el valle del arroyo Harnina, cerca de Almendralejo. Este descubrimiento ha revelado una estructura compleja y bien diseñada que destaca entre los 24 recintos de fosos documentados en la región, convirtiéndose en el único excavado en profundidad hasta ahora.
Fotografía aérea del sitio arqueológico donde se unen intereses energético y patrimonial
Una fortificación única y monumental
El yacimiento de Cortijo Lobato se caracteriza por sus imponentes estructuras defensivas, diseñadas desde el inicio como una fortaleza. Contaba con tres murallas, cuatro fosos excavados en roca, 25 torres y muros de adobe de hasta cinco metros de altura. Los fosos concéntricos alcanzan una longitud de 1,3 kilómetros, evidenciando un avanzado conocimiento arquitectónico.
Según los expertos, la construcción de estas fortificaciones pudo responder a una grave sequía que afectó la Península Ibérica hacia finales del 3000 a.C., obligando a las comunidades a proteger sus recursos agrícolas. Cultivos como el trigo, la cebada, las legumbres y la vid eran fundamentales para su subsistencia.
Hallazgos sorprendentes
Además de la estructura fortificada, las excavaciones han desvelado una gran variedad de objetos de uso cotidiano y ceremonial:
- Placas de telar. - Restos de platos y puntas de flecha de sílex. - Cinceles y hachas de piedra. - Elementos ornamentales y religiosos. - Huesos de animales.
Uno de los descubrimientos más destacados es el esqueleto de un legionario romano con su puñal, lo que añade una dimensión histórica inesperada al yacimiento.
Una ventana al pasado
Para César Marcos Pérez, director de la excavación, Cortijo Lobato representa una oportunidad única para profundizar en el conocimiento de la prehistoria en Extremadura. “Nos queda mucho trabajo por hacer. Este yacimiento es todavía una caja de sorpresas”, comenta con entusiasmo.
Este hallazgo no solo enriquece el patrimonio arqueológico de la región, sino que también pone en valor la importancia de preservar y estudiar nuestro pasado. La colaboración entre las autoridades arqueológicas y la empresa energética Acciona, responsable del parque fotovoltaico, ha sido clave para garantizar la conservación y el estudio del sitio.
El descubrimiento de Cortijo Lobato subraya la riqueza histórica que aún yace bajo el suelo extremeño, invitando a seguir explorando las raíces de nuestras civilizaciones. Interés añadido es precisamente la presencia de restos de varias épocas, pues dentro de los restos arqueológicos datados en la Edad del Cobre también fue encontrado el esqueleto de un legionario romano.
|