El día 8 de septiembre es la festividad de la Natividad de la Virgen, y el día 9, como un aborto, como dice San Pablo, nací yo. Hoy cumplo 88 años. Dice Cristo: “No sois vosotros los que me elegisteis, he sido Yo quien os ha elegido para que vayáis y deis fruto.” Por tanto, si Cristo me ha elegido, yo no puedo callar, es Él quien se expresa. La Divina Eucaristía es la vida de la Iglesia. Antes se decía: “Vamos a celebrar el Santo SACRIFICIO de la Misa”, ahora, de forma generalizada, incluidos los obispos, dicen: “Vamos a celebrar la Eucaristía” y el SACRIFICIO, ¿DÓNDE ESTÁ? Si no hay sacrificio, no hay Eucaristía. La palabra sacrificio no está bien vista, solo se habla del bienestar material, del nivel de vida, etc. Por tanto, se relativiza todo sacrificio y sufrimiento. El Santo Sacrificio de la Misa es el Calvario sin derramamiento de sangre; si esto no se tiene claro, y eso parece en muchos lugares, puede ser que las formas no estén consagradas.
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