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La mejor manera de crear un negocio a partir de publicar en la web | |||
Es mejor estar implementando ideas que estar parado | |||
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La crisis económica ha puesto de moda una palabra que empieza a perder sentido de tanto
repetirla: emprendedor. Parece que todo el que se ha ido quedando atrás desde 2008 tiene que
montar una empresa, y en el fondo no es mala idea. Es mejor estar implementando ideas que
estar parado.
El drama es que la cultura del emprendimiento es al sur del viejo mundo lo mismo que la marcha a Nueva York; vamos, que no existe (al menos en España). A los economistas patrios y extranjeros les duele la boca de decir que, efectivamente, la península está llena de gente creativa, pero sin iniciativa. Construyendo un negocio de la nada La explicación que ofrecen los especialistas en economía es simple: la falta de fuelle se debe en gran medida al miedo patológico al fracaso y a la falta de pasta. Está claro que por mucha genialidad que rezumen nuestras molleras, no se puede hacer nada sin arriesgar y gastar. Bueno, eso es lo que ocurría antes, porque Internet lo ha cambiado todo. Ahora es posible montar un negocio online con cuatro perras gordas y, si sale mal, no terminar llorando por las esquinas. Si encima el producto o servicio es digital, la inversión puede llegar a ser irrisoria. Es más, el bajo coste del 'ensayo y error' propio del e-commerce es tal que la cuota de autónomos puede terminar siendo uno de los gastos principales en el presupuesto. Si los ingresos son mínimos ni siquiera hay que pagar autónomos. Así que la inversión podría reducirse al coste de la conexión a Internet, del dominio y del hosting. En situaciones límite se pueden reducir estos gastos haciendo uso de sistemas SaaS (para realizar pruebas están bien) o incluso eliminarlos utilizando servicios de alojamiento gratuitos, pero no es nada recomendable si la intención es mantener un negocio online estable a largo plazo. El post como ladrillo del e-commerce Tenemos la idea, tenemos el presupuesto, ahora toca diseñar la estrategia. Este punto es crítico, pues la vida del proyecto dependerá enormemente (por no decir totalmente) de lo bien que estén definidas las fases a seguir y las herramientas a usar. La mayoría de los negocios online y los proyectos web se van a pique en los tres primeros meses, así que la advertencia no es baladí. Para acertar hay que tener en cuenta tres aspectos: la clientela, el producto y el medio. Es decir, a quién se va a ofrecer lo que se quiere vender y cuáles van a ser las vías de comunicación. El 'qué' y el 'quién' son elementos tan variables que hay que definirlos en cada proyecto e-commerce, pero el 'cómo' puede generalizarse en la mayoría de los casos. Ya se ofrezcan productos/servicios digitales o físicos, lo suyo es disponer de una web que integre tienda online y blog. El primer formato servirá de escaparate ciberespacial, el segundo para un menester tan importante como mostrar la mercancía: crear contenido y publicarlo. Vale, habrá quien diga que solo quiere vender y que pasa de publicar. Cuando el negocio esté gateando puede pasarse por alto esta insensatez, pero si de verdad se quiere crecer es imperativo poner en marcha alguna estrategia de márketing de contenidos. Hay que pensar en el contenido como ladrillos del e-commerce o, mejor aún, como flyers para captar clientes. Hacerse un hueco en las redes sociales Publicar regularmente no solo da vidilla al negocio, además mejora la imagen y la visibilidad de la marca. Los posts de calidad son fundamentales, aunque hay más vías para hacer crecer el negocio. Hablamos de la opción social, claro, y de Facebook como el referente en márketing en redes sociales. Una Fanpage puede resultar el complemento perfecto para el sitio web, o incluso el centro neurálgico del negocio para aquellos que prefieren prescindir de un blog de toda la vida. Sea como fuere, la omnipresencia del invento de Zuckerberg es innegable, por lo que su uso es prácticamente obligatorio debido a las ventajas que ofrece: visibilidad, accesibilidad, presencia online, comunicación directa y bidireccional, alcance, etc. Lo mejor: permite compartir contenido propio o ajeno (citando siempre, por favor). |
Con su enfoque en la accesibilidad y la simplicidad, Wachatbot permite a las empresas aprovechar al máximo el potencial de WhatsApp como canal de comunicación empresarial.
Un ejemplo de esto es la Pastelería Oiartzun, una empresa familiar en la que se elaboran verdaderas delicias artesanales, bajo el enfoque de preservar lo autóctono de la repostería de la región y de ofrecer a sus visitantes una experiencia gustativa memorable.
En ese sentido, ha tenido que llegar el anillo Rikki, un dispositivo minimalista, elegante, sobrio que no necesita batería, ni móvil, ni wifi y con el que se puede pagar en cualquier lugar con un simple gesto de la mano, para sorprender de verdad y recordar que "menos es más".
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