Convertir un Gobierno en una pajarería en la que cada pareja busca comida, agua, y tranquilidad “presente”, la futura que cada cual se la busque.
La historias nos deja de manifiesto que la picaresca y los pícaros siempre han existido como parásitos de los demás, parásitos nacidos para envejecer a los demás; antiguamente se utilizaba el nombre, muy apropiado, por cierto, de sanguijuela, aplicado a personas generadoras de anemias colectivas.
Hoy los llamamos “truhán”, “caradura”, “canalla”, “bajo-vil-ruin”, “sinvergüenza”.
Crecen como la espuma, vaciando cajas, casas, comida e ilusiones y esfuerzos de personas sencillas, sin doblez.
Cuando, además, hoy, Europa riega de dinero, sin los debidos controles, los terrenos secanos de nuestra industria alimentaria y controla la industria productiva de bienes de equipo a través de los “fondos buitres”..., cuando hoy está sucediendo de forma permanente como las eternas olas que se acercan a la orilla ofreciéndose, pero a su vez se alejan al instante que tu quieres cogerlas.
Gobiernos sin “gobernanza” es lo más parecido a lasa SIGLAS DE UN PARTIDO SIN CABEZA HONRADA.
Se dice que el capitalismo construye el comunismo. Es verdad. cuando el mundo que antes hemos retratado construye “dificultades” y las pagas acortan los meses porque no da para llegar a los 30 o 31, entonces la sociedad productiva se siente engañada y se manifiesta en pro de una “comunismo ilusorio”, construido, falsamente, sobre el bienestar y el buen vivir del frustrado capitalismo, que dicen socializante.
Ejemplos reales los tenemos en los países comunistas donde los privilegios capitalistas siguen siendo “el rico cogollo” a la fidelidad ideológica que los capitalistas disfrazados imponen en esos regímenes.
No hay que olvidar que al igual que los buenos vinos adormecen la mente, los paraísos "a medida", borran, en nuestras conciencias, cualquier sentimiento de moralidad.
La historia nos ha dejado “memorias” de todo tipo, que cada sociedad ha utilizado según su capacidad moral:
Unas, han escogido los capítulos del progreso, otras, las aventuras de los Ilusionistas totalitarios y otras muchas, el confort de pedir para vivir sin pensar ni arriesgar.
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