El diputado y académico marroquí Abdelali Barrouki, volvió a difundir esclarecedoras puntualizaciones sobre el longevo problema artificial que se mantiene anquilosado en el Magreb desde medio siglo atrás.
Nos cuenta la ciencia que en los desiertos tropicales, el aire en contacto con el suelo tórrido se calienta y su densidad varía de tal manera que, contrario a lo usual, el aire más frío se mantiene encima del más caliente, el cual fue calentado por la radiación reflejada por el suelo. Esto crea una densidad desigual en el aire que le otorga varios índices de refracción. Este fenómeno contribuye a que en el desierto y en otros escenarios, un objeto lejano como una palmera se reproduzca invertida y parezca reflejarse en una superficie líquida.
Algo parecido sucede con el Sáhara Occidental, territorio marroquí donde surgieron las dinastías que gobernaron al mismo imperio almorávide, constituido por una confederación de tribus bereberes que se prolonga hasta nuestros días en el actual Marruecos.
El espejismo tiene su equivalente político en la logomaquia, que también se origina en este caso en el desierto del Sáhara, dado que en la polémica se atiende más a las palabras que al fondo del asunto.
Abdelali Barrouki había señalado lo retrógrado de un fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) , poco antes de que los acontecimientos le den la razón.
Apenas dos semanas después del fallo del TJUE criticado por Barrouki, el presidente de Francia Emmanuel Macron hizo una visita oficial a Marruecos, entre el 28 y el 30 de octubre pasado, y pronunció un discurso en el Parlamento marroquí, delante de todos los diputados y consejeros de las dos cámaras, entre los cuales decenas de parlamentarios de las Provincias del Sur del país. En este discurso Macron anunció que Francia contempla el presente y el futuro del Sáhara en el marco de la soberanía de Marruecos, que la autonomía bajo soberanía marroquí es la única base para alcanzar una solución política y que su país se compromete a defender la soberanía marroquí ante todas las instancias internacionales y que promete inversiones de su país en el territorio. Esta última afirmación es una respuesta directa y clara al Fallo del TJUE de que la inversión en estos territorios es legítima y no plantea ningún litigio institucional. Dos días después del discurso de Macron, el 31 de octubre, Francia cumple con su promesa cuando su delegado ante el Consejo de Seguridad reiteró la posición de Francia y apoyó el Plan de Autonomía marroquí para el Sáhara considerándola de nuevo como la única solución justa y duradera.
La resolución del Consejo de Seguridad -con 12 votos a favor y 2 abstenciones-, a este respecto, fue rotunda esta vez, y refutó las propuestas argelinas de ampliar la misión de la MINURSO para cubrir el control de los derechos humanos en el Sáhara marroquí.
Inclusive Rusia, principal heredera de la Unión Soviética que contribuyó a prolongar el problema dentro de la lógica de la guerra fría, se abstuvo y acogió con beneplácito, a este respecto, las medidas e iniciativas adoptadas por Marruecos y el papel desempeñado por las comisiones del Consejo Nacional de Derechos Humanos en Dajla y El Aaiún, y la interacción de Marruecos con los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Además, expresó su preocupación por las condiciones humanas en los campamentos de Tiduf solicitó firmemente que los refugiados (retenidos) de los campamentos sean inscritos y tomando nota de la propuesta marroquí presentada al Secretario General el 11 de abril de 2007 y acogiendo con beneplácito los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos por hacer avanzar el proceso hacia una solución.
La Resolución del 31 de octubre, igual que las últimas resoluciones, no hace ninguna referencia al “referendum”, como posible solución de este conflicto artificial provocado por Argelia y cita a este último país cinco veces en tanto que actor principal en el conflicto. No es posible extraviarse. Pues, Argelia es el gran patrocinador del conflicto regional debido a su obsesión de tener acceso al atlántico y de aflojar cuanto posible el Reino de Marruecos, se aunaron los objetivos de todos estos poderes financiando una república ficticia instalada en Tindúf, donde se ha retenido a miles de personas inculcándoles un sueño irrealizable de tener Estado en el Sáhara marroquí.
Argelia también contribuyó a la tragedia del pueblo saharaui, infiltrando en problema con las ONG que actúan como aparato de propaganda, además de haber introducido una economía irregular con sus donaciones, que atrasó décadas de trabajo para atenuar la mentalidad tribal y poder fundar una nacionalidad sobre un censo real. Esto lo hicieron deliberadamente, y perpetúan el problema deliberadamente.
Para las Naciones Unidas ha llegado el momento de asumir su responsabilidad y señalar el camino de la modernidad y legalidad, dejando atrás las ilusiones fallidas de un mundo petrificado cuyos exponentes han perdido todo liderazgo. LAW
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