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Macron pertenece a una generación de políticos que intenta tapar con acciones en el exterior sus fracasos en el interior. Ahora (es un decir) nos ha tocado a nosotros soportar ese tipo de políticas parasitarias. Más a los saharauis que a nosotros. Es decir, que a pesar de que se ondea la bandera de los derechos humanos en abstracto no hay inconveniente en recolonizar (en beneficio de Marruecos y de Francia) lo que está mandatado descolonizar (en perjuicio de España).
El diputado y académico marroquí Abdelali Barrouki, volvió a difundir esclarecedoras puntualizaciones sobre el longevo problema artificial que se mantiene anquilosado en el Magreb desde medio siglo atrás. Barrouki había señalado lo retrógrado de un fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), poco antes de que los acontecimientos le den la razón.
El representante del secretario general de Naciones Unidas, Stefan de Mistura, termina de anunciar en el Consejo de Seguridad a puerta cerrada, la partición del Sáhara como posible solución al conflicto que el próximo año alcanzará los 50, medio siglo, así como suena.
En los primeros días de noviembre de 1975, el Rey Hassan de Marruecos lanzó la consigna de recuperar el ancestral Sahara, cuna de siete dinastías de sultanes que gobernaron Marruecos. La significación de ese evento histórico, recordado como "Marcha Verde", fue enfatizada por el monarca alaouí en su cuadragésimo octavo aniversario conmemorado en este año 2023.
Desde que publiqué mis primeros libros de ciencia política y diplomacia hace varias décadas, siempre tuve la impresión de que intentar desbloquear nuestros contenciosos diplomáticos, el tema recurrente e irresuelto que no irresoluble de política exterior, se presentaba como tarea harto complicada, donde a la búsqueda de la deseable, necesaria armonía (hasta con h) se requiere compatibilizar la ortodoxia con la ‘realpotikik’. Y naturalmente, con el derecho.
No es honesto intelectualmente escribir geopolíticamente sobre la realidad sangrante que nos puebla. Y la lucha de los saharauis por su independencia es una realidad que nos puebla. Aunque con el paso de los años ya quedan pocos, los saharauis, durante los finales de la dominación colonial española, tuvieron DNI, pasaporte y libro de familia españoles. Eran españoles. Porque el Sáhara Occidental era la provincia número 53 de España.
Una de las manifestaciones tradicionales de la insuficiente técnica en política exterior de Madrid, consiste en dejar deteriorarse determinadas cuestiones hasta extremos de muy difícil o al menos, complicada reconducción, cuya virtualidad constituye un dato antes que un subdato y no requiere exégesis profundas para su constatación.
Como el imperio español disolvió a sangre y fuego el imperio incaico, luego de haber sido dominado por el imperio almorávide, que a su vez dominó la península ibérica, hoy herederos de aquellos imperios rebaten la intangibilidad de fronteras que trazaron.
Se afirma que la geopolítica es amoral, e incluso inmoral. Se presenta esta característica como un fatalismo por el cual es imposible que intervengan en ella elementos como la conciencia o la ética. Pero siendo esto cierto, no es una regla de acero. Cualquier definición extrema es siempre inexacta.
La semana pasada hemos tenido la satisfacción de presentar nuestro libro "Sahara marroquí más allá del Sahara Occidental" en Buenos Aires, en presencia de Fares Yassir, representante del Rey Mohammed VI en Argentina.
Los países de los BRICS --Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica-- han incluido el conflicto del Sáhara Occidental en el documento final de la cumbre que ha concluido este jueves, para reclamar la necesidad de lograr "una solución política duradera y mutuamente aceptable". En el contexto de la guerra fría, algunos estados cometieron el error de reconocer, inducidos por sesgos ideológicos, a las fronteras ficticias dibujadas por los separatistas saharauis.
Sin perjuicio de elaborar algo más adelante, con la política postelectoral ya asentada, mi balance 2023, en la serie sobre nuestros contenciosos y diferendos diplomáticos, sobre los seis, los contenciosos de Gibraltar, el Sáhara Occidental, y Ceuta y Melilla, y los diferendos de Las Salvajes, Olivenza y Perejil, procedería ahora una síntesis sobre el Sáhara.
Israel se sumó esta semana a España, Francia, Estados Unidos y demás países de diplomacia soberana de todo el mundo, para reconocer los derechos de Marruecos a su ancestral Sahara. De acuerdo a un comunicado difundido esta semana por fuentes oficiales del Reino de Marruecos "el Rey Mohammed VI, ha recibido una carta del Primer Ministro del Estado de Israel, Su Excelencia el Sr. Benyamin Netanyahu".
El problema del Sahara,se va desvaneciendo como las hojas secas de un árbol viejo en invierno. En la segunda década del tercer milenio, pocos "enterados" tienen ya el valor de defender las caducas fronteras impuestas por un imperio como el español, donde una dictadura aliada del Eje y que reinstauró una monarquía ya a finales del siglo XX, pretendió dibujar fronteras sobre el mapa de África.
De la mano incansable en la promoción de Ceuta de José María Campos, con mi esposa María Eugenia Vexenat, las parejas diplomáticas que siempre están ahí, y con Javier Jiménez-Ugarte, uno de nuestros más sobresalientes diplomáticos, hemos asistido a la exposición La obra de Mariano Bertuchi en la historia del Protectorado, en el Instituto de historia y cultura militar, en Madrid.
Hace medio siglo, España, que figura a justo título como cofundadora del derecho internacional por varios conceptos, comenzando por el más relevante, la introducción del humanismo en el derecho de gentes; que fue primera potencia mundial, categoría sólo compartida con la posterior Inglaterra, así como el mayor imperio a escala planetaria, transitaba en el furgón de cola europeo, sin más comparsas que el vecino Portugal y Grecia, y si se quiere con la rota Irlanda.
Dejamos ahora para más adelante -hacia el otoño de este año electoral, y aunque la política exterior va a tener como es tradicional por estos pagos escasa entidad, en el pleno fragor de la contienda quizá la coyuntura permita margen para alguna que otra referencia a las controversias diplomáticas- el habitual balance sobre nuestros contenciosos y diferendos, que esta vez arroja un déficit asaz agravado.
Jamás me hubiera imaginado que alguien que ha presidido un Congreso y luego la Comisión de Relaciones Exteriores de este sea capaz de echar tanta baba y humillar tanto a una nación, como lo que acaba de hacer Maricarmen Alva. Apenas ella llega a ser titular de la comisión congresal de asuntos internacionales, invitó el lunes 26 al canciller César Landa para que rinda cuentas por el discurso presidencial que dio Pedro Castillo en las Naciones Unidas.
Hasta que España no resuelva o al menos encauce adecuadamente su en verdad harto complicado expediente de litigios territoriales, no volverá a ocupar en el concierto de las naciones el lugar que corresponde a la que fue primera potencia a escala planetaria y cofundadora del derecho internacional al más noble de los títulos, la introducción del humanismo en el derecho de gentes.
Este martes 20 de septiembre se cumple el bicentenario de la instalación de la I Constituyente del Perú en 1822, la cual fue, según el gran historiador Jorge Basadre, el inicio de la república del Perú. A 20 décadas de ello es indispensable que nuestro país reconozca a todas las 20 repúblicas que hablan castellano en el mundo.
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