Tras la presentación del ‘Barómetro del dolor crónico en España 2022’, llevado a cabo por la Fundación Grünenthal y el Observatorio del Dolor de la Universidad de Cádiz, ambas instituciones presentan el ‘Barómetro del dolor crónico asociado a la lumbalgia. Análisis de situación de su impacto en España’, cuyo objetivo es conocer y describir las características epidemiológicas y de atención sanitaria de los ciudadanos adultos que sufren dolor crónico asociado al dolor lumbar.
Este informe, que cuenta con el aval de la Liga Reumatológica Española (LIRE), constata que el dolor lumbar representa la causa más frecuente de dolor crónico en España, con una prevalencia del 58,1%, según se desprende del estudio. Esta patología supone un gasto anual de 9.000 millones de euros para el sistema sanitario español, lo que equivale al 0,7% del PIB. La lumbalgia, definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una enfermedad musculoesquelética caracterizada por la presencia de dolor localizado en la región lumbar, entre el borde inferior de las costillas y los pliegues inferiores de los glúteos, con posible extensión o irradiación a las extremidades inferiores.
En cuanto a la distribución por sexo, la lumbalgia es ligeramente más frecuente entre la población masculina (59,1%) en comparación con la femenina (57,5%). En cuanto a la edad, el grupo más afectado se sitúa entre los 35 y 54 años, lo que representa un 63,5% de los casos, mientras que la prevalencia más baja se observa en los mayores de 76 a 85 años (34,7%). Asimismo, la edad media de los pacientes con dolor crónico y lumbalgia es de 51,3 años y se estima que el 80% de los españoles experimentará algún episodio de dolor lumbar a lo largo de su vida.
En cuanto a la intensidad del dolor, un 60,5% de los pacientes afirma experimentar “mucho” dolor, un 5,1% lo describe como “insoportable” y un 31,3% lo califica como “moderado”. Además, los pacientes destacan que han sentido este dolor durante una media de 7,4 años. El 58,9% de los pacientes con dolor crónico y lumbalgia asociada ha recurrido al sistema sanitario, siendo Atención Primaria el nivel asistencial más visitado (90,1%). Asimismo, Traumatología es la especialidad más visitada por un 54,9%, seguida de otras especialidades como Fisioterapia (41,9%), Medicina Interna (35,4%) y Rehabilitación (33,1%). Las Unidades del Dolor atienden a un 29,9% de estos pacientes.
En relación a la localización, el dolor se siente predominantemente en la espalda (39,4%). No obstante, los pacientes también presentan dolor en extremidades y/o articulaciones (25,4%) y el dolor generalizado (16,9%) también son comunes. Según el estudio, el 49,9% se encuentra en activo, seguido por los jubilados o retirados (21,2%) y los desempleados (12,6%). No obstante, un 31,3% de los pacientes ha estado en situación de baja laboral a causa del dolor.
La actividad que presenta mayores limitaciones es levantarse de una silla o de la cama (71,6%) seguida de sentarse (60,7%), acostarse (56,1%) y vestirse o desvestirse (52,7%). Por otro lado, la actividad con menos dificultad es alimentarse (25,4%).
Las comorbilidades dolorosas en los pacientes con dolor crónico y lumbalgia son principalmente de origen musculoesquelético, afectando al 89,3%. Estas patologías incluyen artrosis, osteoporosis, dolor cervical, artritis reumatoide, contracturas musculares, hombro doloroso, fibromialgia y hernia discal. Las contracturas musculares representan la comorbilidad más común junto con la lumbalgia (64,4%) seguido del dolor cervical (59,9%) y la artrosis (38,7%). Además, cabe destacar que el 29% de los pacientes con dolor crónico y lumbalgia desconoce las comorbilidades adicionales que padecen, lo que representa una gran limitación para el adecuado manejo y control del dolor. Asimismo, un 62,3% de los pacientes presenta también comorbilidades neurológicas, que contribuyen al dolor crónico, como la migraña, dolores de cabeza crónicos, ciática, neuropatía diabética, otras neuropatías y el síndrome del túnel carpiano.
Por último, en función de la Comunidad Autónoma, Galicia (64,5%) es la que presenta una mayor prevalencia, seguida por Canarias (64,4%) y Murcia (60,3%). En el lado opuesto, las regiones menos afectadas son La Rioja (40,7%), Asturias (48,2%) y Aragón (48,3%).
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