A medida que se acerca el final del año, muchos profesionales experimentan más estrés debido a la presión de ultimar proyectos a tiempo, por los compromisos sociales y por el desafío de equilibrar entre la carga de trabajo y la vida personal.
La firma global de soluciones de talento Robert Walters comparte por qué es importante que los profesionales identifiquen a tiempo si están sufriendo el síndrome del trabajador quemado, un estado de agotamiento mental y físico que puede afectar no solo a la productividad, sino también al bienestar.
Identificar los signos de agotamiento para poder hacerles frente
El burnout se acumula gradualmente, a menudo sin ser notado hasta que realmente afecta anímicamente, teniendo consecuencias en el rendimiento diario. Por ejemplo, hay profesionales que duermen peor, otros que tienen grandes dificultades para concentrarse en el trabajo, y también los hay que pueden sentir cambios constantes de humor derivados del estrés.
“Que los últimos meses del año una persona pueda sentirse agotada y menos motivada para trabajar tiene relación directa con la carga de trabajo. Esta se intensifica a medida que hay que ultimar proyectos, cumplir objetivos y empezar a planificar el 2025. Además, tener que cuadrar nuestra agenda personal para asistir a todos los eventos sociales de Navidad no ayuda a minimizar el estrés”, comenta Ángela de los Heros, psicóloga y Managing Consultant en Robert Walters.
Algunos signos que pueden identificar si un profesional sufre el síndrome del trabajador quemado son la fatiga constante, la dificultad para concentrarse o mantenerse motivado, o sentirse más irritado y desconectado del trabajo. Reconocer pronto las señales de alerta es el primer paso hacia la recuperación del control. Para ello, deben establecerse límites y priorizar el autocuidado.
No importa cuándo, pero es necesario pedir ayuda
Cuando el burnout llega a resultar abrumador es necesario visibilizar el problema y hablar abiertamente del él con el equipo de Recursos Humanos o con el responsable directo. El principal objetivo debe ser ajustar las prioridades y delegar tareas cuando estas se vuelven difíciles de gestionar.
“Por supuesto, contar con ayuda psicológica profesional es necesario cuando la situación afecta tanto profesional como personalmente. Buscar ayuda no es una señal de debilidad, hoy en día las empresas lo ven como un paso proactivo hacia la resiliencia”, recomienda.
El burnout es un desafío, pero también es una oportunidad para reevaluar prioridades, así como tratar de reenfocar nuestros objetivos y siguientes pasos en nuestra carrera profesional. Reconocer los signos y establecer límites adoptando el autocuidado permite afrontar el estrés de fin de año y entrar en 2025 con energía y motivación renovadas.
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