En España, las pequeñas y medianas empresas (pymes) son conscientes de las dificultades que entraña ser empresario, más aún en un entorno socioeconómico como el actual, caracterizado por la incertidumbre y la volatilidad. Ante este contexto, cabe destacar que la inflación y la inestabilidad geopolítica son las principales preocupaciones para este sector, tal y como se desprende del II Informe de Pymes y Autónomos de España de Hiscox, aseguradora internacional que ofrece productos innovadores y especializados para empresas y profesionales.
En este sentido, la inflación es la principal preocupación para las pymes, con un 76% de las empresas afectadas en mayor o menor medida. Aunque el impacto directo del aumento de los precios (40,1%) ha disminuido en comparación con 2022 (50,4%), un 51,3% de las pymes afirma lidiar con márgenes de beneficio reducidos, lo que incrementa la presión sobre su rentabilidad.
Asimismo, la inestabilidad geopolítica, que ha sido exacerbada por eventos recientes como la guerra en Oriente Próximo o en Ucrania, ocupa un lugar destacado, tal y como lo afirma el 67,1% de las pymes. No obstante, hay que poner en valor que el porcentaje de empresas que se sienten muy o bastante afectadas ha experimentado una ligera disminución, pasando del 33,5% en 2022 al 32,1% en 2024.
Por su parte, los avances tecnológicos también son un factor de preocupación para el 63% de las pymes. Si bien es cierto que ha disminuido ligeramente el porcentaje de empresas que se sienten muy o bastante afectadas -29,3% en 2024 frente al 30,6% en 2022-, la digitalización sigue siendo un reto esencial para mantener la competitividad en el mercado, lo que obliga a las pymes a adaptar sus procesos y mejorar su eficiencia operativa.
En paralelo, y con respecto al cambio climático, un 59,8% de las empresas siente preocupación por sus efectos, especialmente en lo relativo al endurecimiento del marco regulatorio y las alteraciones generadas tanto en el mercado como en las operaciones diarias. De hecho, el porcentaje de empresas que se sienten muy o bastante afectadas ha aumentado notoriamente -23,3% en 2024 frente al 15,7% registrado en 2022-. Además, la escasez de recursos, estrechamente ligada a la crisis climática, afecta al 59,6% de las pymes. En este caso, un 28,8% de las empresas se sienten muy o bastante afectadas, lo que refleja también una tendencia al alza respecto al 27,6% de 2022.
Finalmente, los cambios demográficos y la ciberseguridad también constituyen preocupaciones relevantes para las pymes, aunque en menor medida. Un 54,2% de las pymes perciben impactos derivados de los cambios en la estructura demográfica, aunque el porcentaje de empresas muy o bastante afectadas ha disminuido, pasando del 25,1% en 2022 al 19,9% en 2024. Por su parte, un 53,7% de las empresas expresan inquietud por las amenazas cibernéticas, con un aumento notable en la preocupación en las pymes (32%). A pesar de ello, el porcentaje de empresas que se consideran muy o bastante afectadas ha experimentado una ligera reducción, pasando del 21,2% en 2022 al 19,9% en 2024.
|