Hay una cantidad de jóvenes y no tan jóvenes a los que se les ocurre esto, por eso vale la pena que
os cuente cómo se trabaja sobre ello. Bueno, reconozco que el título es exagerado, digamos que es un recurso literario, porque en realidad no es que los chicos con esta dificultad salgan despavoridos cuando ven un preservativo, ni se llenen de ansiedad al tocarlo o ponérselo. Lo que en realidad les sucede es que pierden la erección cuando se lo colocan.
Me dice cuando estoy con una chica y se pone terca y sólo lo hacemos si me pongo el condón yo intento estar muy, muy duro antes de ponérmelo. Cuando ya me lo he colocado, si me nota muy desesperado, le digo: "Anda, date prisa que se me baja".
¿Qué se puede hacer? Por más que lo diga son muchos los riesgos que conlleva una relación sexual sin protección. Así que la resposabilidad es lo primero. La sexualidad es maravillosa pero también puede convertirse en un infierno. Tienes que imaginar lo que supone para una persona infectarse con el VIH, gonorrea,,,. En mi consulta che conocido chicas y chicos jóvenes aparentemente sanos, cuyas vidas han dado un giro de ciento ochenta grados por una noche de inconsciencia.
El trabajo en consulta con un paciente con fobia al preservativo -permitirme esta expresión- es parecido al que se hace con cualquier problema de erección, sólo que en estos casos la señal de alarma está clara: en cuanto ven la gomita, aparece la ansiedad y con ella el rol del espectador. Así que tendremios que trabajar en concreto con con el momento tan temido.
En estos casos, si está con la pareja, además de lo anterior, son interesantes los juegos en los que a él se le vendan los ojos, y ella -con un entrenamiento previo y un entrenamiento en la destreza de "colocación de goma en el pene"- se lo ponga. La idea es que él no sepa cuándo se lo va a colocar.
Pensaréis "¿Y los fármacos? ¿No son tratamientos eficaces para los problemas de erección?" Es difícil hablar de soluciones para corregir la disfunción eréctil sin hablar de la conocida Viagra, cuya aparición en 1998 está considerada como una revolución sexual, y de Cialis y Levitra, fármacos de la misma familia que han aparecido más tarde. Hoy día, son muchos los hombres que han resuelto sus problemas de erección con alguno de estos fármaco.
Pero, yo, hasta ahora sólo os he hablado de ellos cuando os conté cómo el urólogo le recetó a Sergio una de estas pastillas sin que tuviera éxito con ellas. He dejado esto hasta el final y no es que no esté de acuerdo con la terapia con fármacos, la desaconseje o no la considere poco eficaz, es porque requiere una mención aparte, y hay que entender cómo saber utilizarlos si que se conviertan en un problema más.
Estos fármacos prosexuales son seguros si es el médico quién los receta y se toman según sus indicaciones. El problama podría empezar cuando son capaces de cualquier cosa con tal de ser los mejores amantes. Ya os he hablado de que la autoestima sexual del varón reside en su capacidad para hacernos disfrutar.
Queremos que siempre está alta, la autoestima claro, y para esto vale todo: exóticos remedios naturales, al menos hasta que llegó la Viagra y otros fármacos próerectiles e hicieron realidad la versión erótica hasta entonces desconocida. Es que no hay nada malo en querer ser bueno en la cama. El problema llega cuando equivocamos la estrategia y en vez de dedicar tiempo a trazar un estupendo mapa sexual de uno mismo y del otro, a disfrutar del sexo con mayúsculas, y no sólo con el coito, utilizan los fármacos sin necesitarlos para convertirse en superhombres, en una noche.
Es genial que existan fármacos para la erección, pero en la consulta por desgracia cada vez me encuentro más chicos jóvenes con la idea de que no van a funcionar si no es con el apoyo "extra" o que al haber estado utilizando el doping a espaldas de su pareja temen que ella se frustre si descubre el verdadero rendimiento.
Estas adicciones psicológicas no están provocadas por el fármaco, sino por su mal uso. No podemos olvidar que aunque el sexo queme calorías no es un deporte, sino una forma de expresar, sin palabras el amor, la pasión, la ternura, el deseo... ¡Qué pene que se nos olvide tan a menudo!
Y hablando de Sergio... Durante mucho tiempo continuó recordando frases de algunas de sus parejas sexuales. Como: ir de flor en flor tiene lo que tiene, y cuando no es suficientemente selectivo, y acaba regalando su cuerpo a la primera persona que intenta seducirle. Sergio aprendió a ganar la seguridad que necesitaba sin la ayuda de fármacos, pero no sólo del todo. Habló con Sofía la chica que le invitó a colgar los hábitos de donjuan, y poco a poco fueron intimando con un beso, una caricia...
Él había planteado que no quería sexo con penetración en su primer encuentro y convencido de esto se acercó a besarla. Quizá influyó la manera serena y cariñosa con que ella le tocaba, o puede ser que tuvieran algo que ver las semanas de terapia, el caso es que esa noche Sergio se saltó su proia prohibición y también esa noche empezó una ilusionante historia de amor.
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