La UD Levante ha recogido los tres puntos en juego pendientes de la jornada 16 de LaLiga 1,2,3 contra el Rayo Vallecano (1-0) de la mano de un José Campaña providencial para aupar por la mínima en el liderato a los granotas, que abrieron una brecha de siete puntos en cabeza gracias a este encuentro que se aplazó por las fuertes lluvias sobre el Ciutat de Valencia el pasado 27 de noviembre.
La presión de inicio a la que el Rayo sometió al líder pronto estuvo de verse recompensada en los pies de Javi Guerra, que a punto estuvo de sorprender a los granotas con un remate sin portero bajo palos que salvó Chema sobre la línea de meta. Pero estos esfuerzos se fueron a pique cuando Campaña aventajó a los locales con un cabezazo que Verza le sirvió en bandeja desde la derecha.
La victoria rayista de la última salida después de más de un año de sequía resultó ser un espejismo. Las pretensiones por darle la vuelta al marcador apenas hicieron cosquillas al arco defendido por Raúl e incluso Roger impidió que la zaga visitante se descuidara. En su regreso tras lesión, el delantero cumplió con nota aunque sus intentos de agitar a su equipo en ataque no le otorgaron el premio personal del gol.
De esta forma, el Levante regresó con éxito a la cita pospuesta para endosarse tres puntos que le hacen aún más líder de Segunda División, ampliando a siete puntos su colchón de diferencia respecto a su perseguidor más inmediato, el Girona. Por su parte, el Rayo volvió a suspender lejos de Vallecas y cortó una racha de dos triunfos consecutivos que invitaba al optimismo.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.