El técnico del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, vio el lado positivo de la derrota (1-2) ante el FC Barcelona en una segunda mitad en la que se acercaron a la versión que busca recuperar esta temporada y con la que tratarán de remontar la eliminatoria de semifinales de Copa del Rey.
"Ellos empezaron mejor lastimándonos a la espalda de los volantes. Así nació el primer gol, después viene un gol espectacular de Messi que claramente nos dejó fuera de la ilusión que teníamos en el primer tiempo", afirmó.
"En el descanso hablamos y en el segundo tiempo nos acercamos al equipo que siempre hemos sido. Nos quedamos con esa sensación positiva de haber intentado sacar el empate y de levantarnos de un momento complicado", añadió tras el duelo de ida este miércoles en el Vicente Calderón.
Sobre esa reacción tras el descanso, Simeone no desveló la charla a sus jugadores. "Las cosas que se hablan en el vestuario se quedan ahí. Me voy muy contento con la imagen del segundo tiempo. La intensidad, haciendo daño al rival. Esperamos que esto se prolongue y el sábado lo podamos mostrar", indicó.
"Siempre hablo de que la Copa es rara. Cuando parece que estamos lejos, estamos cerca. Sólo sucede en la Copa. En Liga no se ven este tipo de partidos. Tendremos un 30, 40 o un 20%, pero estén seguros de que iremos a jugar ese 20% de opciones con todas las fichas", añadió.
El técnico argentino no quiso personificar la reacción en la entrada de Fernando Torres tras el descanso. "Contribuyó la actitud de todos. También la de Gaitán y Gameiro, le dieron un impulso al equipo para tener otro paso, pero el cambio fue general en el segundo tiempo", afirmó.
"Hay que esperar al martes A partir de ahí jugaremos nuestras oportunidades y posibilidades. No creo que el Barça entienda que la eliminatoria está cerrada", afirmó, reconociendo la diferencia de pegada de uno y otro equipo en el Calderón.
"Hemos tenido bastantes situaciones y no las hemos podido convertir, pero lo más cerca que estás de ganar es tener posibilidades y hoy las tuvimos", afirmó, lamentando los goles encajados en dos acciones que pudieron defender mejor, llegando al descanso con un 0-2 para los culé.
"En la vida no se vive todos los días igual. Van cambiando las situaciones que aparecen. Messi la clavó al palo, fue una bomba, pero es verdad que siempre hay cosas que mejorar", finalizó.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.