La Real Sociedad superó sin problemas este lunes al Real Sporting de Gijón (3-1) en Anoeta en el encuentro que puso fin a la 31ª jornada de LaLiga Santander, recuperando así el sexto puesto que da derecho a jugar en Europa tras cuatro jornadas sin conocer la victoria y hundiendo en la clasificación al conjunto asturiano, que no aprovechó las derrotas de sus rivales directos en sus aspiraciones por permanecer en Primera División.
Duelo de intereses contrapuestos en San Sebastián entre vascos y gijoneses, unos decididos a no dejar marchar el tren europeo y los otros obligados a puntuar para seguir soñando con la permanencia, que se decantó claramente del lado local con los goles de Willian José, Juanmi y Yuri. Un encuentro controlado de principio a fin por los 'txuri-urdin', que con este triunfo asaltan de nuevo los puestos de Europa League (52 puntos) a costa de un cuadro sportinguista (22) que ve más lejos la zona de salvación y que no gana en Anoeta desde el año 2007.
El conjunto de Rubi no supo aprovechar de ningún modo la mala dinámica de los donostiarras, que tras encadenar cuatro jornadas sin ganar (un empate y tres derrotas) habían firmado su peor racha desde la llegada de Eusebio Sacristán al banquillo vasco. Sin embargo, los 'txuri-urdin' supieron rehacerse de tal complicada situación respaldados por su afición y un guion de partido que se puso muy de cara desde el inicio del choque.
Un error en el despeje del nigeriano Elderson regalaba el balón a Xabi Prieto dentro del área, que enviaba un centro medido a la cabeza de Willian José para abrir el marcador en el minuto 3. Al primer tanto del ariete brasileño desde la jornada 15 le sucedió casi alcanzada la media hora de juego el tanto de su compañero en la delantera, Juanmi, que -también a pase del capitán de la Real- controló a la perfección, se plantó ante Amorebieta y batió a Cuéllar ajustándola a la base del poste.
No cesó pese a ello en su empeño ofensivo la Real Sociedad ante un anestesiado Sporting, siendo Yuri Berchiche quien pudo ampliar la renta con un fuerte de disparo que, tras tocar fortuitamente en Jorge Meré, acabó en el palo de un vendido Rulli. El premio a la insistencia realista acabó llegando tras el paso por los vestuarios con el gol del lateral de Zarauz, quien en una de sus numerosas incorporaciones al ataque terminaría mandando de forma brillante el esférico a la red.
Tan solo pudo maquillar el resultado el Sporting en los minutos finales con más fortuna que buen juego. Si antes del descanso la suerte no había sonreído a Sergio Álvarez en la única ocasión visitante del primer tiempo, con un cabezazo en el área pequeña a la media vuelta que se marchó alto, esta vez sí lo hizo aunque ya en el minuto 87. El fuerte chut de Borja Viguera tocaba en un 'despistado' Elderson y acababa suponiendo el último tanto de un choque que no tuvo otro color sino el de la Real Sociedad.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.
