El Club Atlético Osasuna certificó su descenso a Segunda División tras caer derrotado ante el FC Barcelona (7-1) y después del triunfo del C.D. Leganés ante Las Palmas (3-0) cuando restan cuatro jornadas para el final del Campeonato Nacional de Liga.
El conjunto navarro, que logró el ascenso a Primera en junio de 2016, apenas ha podido aguantar una campaña en la máxima categoría del fútbol español después de un año marcado por las dificultades extradeportivas y los dos cambios de técnico.
Los rojillos comenzaron la temporada con Enrique Martín, un entrenador de la casa y el artífice del ascenso, pero la dirección deportiva decidió prescindir de sus servicios el 7 de noviembre cuando el equipo estaba a tres puntos de la salvación.
La solución de Osasuna fue contratar al experimentado Joaquín Caparrós, que no logró ganar un solo encuentro tras dos meses y obtuvo cero puntos en Liga. Entonces, y con toda la segunda vuelta por delante, el club navarro optó por situar a Petar Vasiljevic, director deportivo, como primer entrenador.
Osasuna, que ha ganado tres partidos en 34 jornadas, dependió en exceso de un Sergio León que ha sido su mejor jugador. El ex del Elche, autor de 10 dianas, fue el culpable de que los suyos retrasaran un descenso que era predecible desde hace unas semanas.
Pese a la reacción ante el Deportivo Alavés, con victoria fuera de casa (0-1) y el triunfo ante el Lega hace tres semanas (2-1), Osasuna no ha podido evitar un descenso que, además, le convierte en el primer equipo en las dos últimas décadas cuya cifra de goles encajados supera los 80.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.