El Sevilla dio un gran paso atrás en su pugna con el Atlético de Madrid por ser tercero en LaLiga Santander tras caer este lunes en La Rosaleda por 4-2 ante un buen Málaga, que continuó con la mejoría de las últimas jornadas para llevarse un intenso derbi y su tercera victoria consecutiva.
Los de Jorge Sampaoli no pudieron replicar la victoria rojiblanca en Las Palmas y volvieron a perder la estela del tercer lugar, de nuevo a tres puntos, más el 'goal-average', y ya sólo con nueve puntos por jugarse. El equipo de Míchel volvió a hacerse fuerte en su estadio y, liderado por Sandro, sumó tres puntos más en un intento de aparcar cualquier tipo de suspicacia sobre su actitud en este final de campaña pese a no jugarse ya nada.
Casi todo lo mejor se vio en la segunda parte, donde se marcaron cuatro de los seis goles, porque en la primera, la intensidad pudo al buen fútbol y el Sevilla pudo hacer daño al contragolpe. Así se adelantó en el marcador, tras un robo de Sarabia y que culminó Franco Vázquez tras un pase de Ben Yedder, una de las novedades del once de Sampaoli.
Tras el tanto del argentino, el conjunto hispalense pudo haber abierto una brecha importante, pero Correa, solo ante Kameni, tras un pase del 'Mudo', envió la pelota por encima del larguero. Poco después, Pablo Fornals, desde fuera del área, marcó el gol de la noche y dio aires renovados a los suyos.
En la segunda parte, el Sevilla intentó ser más dominador, pero un fallo de Nico Pareja en un despeje dejó el balón franco a Sandro para que el canario mantuviese su idilio con su sexto gol en las últimas seis jornadas. De todos modos, minutos después, Luis Muñoz tampoco estuvo fino en su área para despejar un balón y Vázquez no lo desaprovechó para restablecer las tablas.
El partido entró en un toma y daca y Kameni evitó el 2-3 con una buena acción ante Iborra, y posteriormente, Sandro, muy activo todo el partido, puso una falta en la cabeza de Diego Llorente para llevar la algarabía a La Rosaleda. Con el encuentro llegando a su fin, el delantero canario forzó un penalti, y aunque Sergio Rico se lo detuvo, Juankar fue el más rápido en el rechace para el definitivo 4-2.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.