Seré sincero, no creo mucho en eso de las ideas e ideologías sociales que representan los partidos políticos. En mi opinión, el mundo goza de una estructura social y económica en la que cada país se convierte en depredador de otros para su subsistencia. Así que, en esa línea, las siglas Partido Popular, Partido Socialista Obrero Español, Unión Pueblo y Democracia no los hacen ni sociales, ni capitalistas, ni obreros, ni democráticos, porque una cosa son las palabras y otras los hechos, sino repasen la lista de cargos corruptos que afloran en España.
El otro día, un amigo que lleva ya un año en el paro me dijo que estaba a punto de agotar su prestación por desempleo, a lo que yo comenté que este Gobierno había ido dando palos de ciego, como dice el refrán.
Pero, de repente, me sorprendió cuando me alzó la voz para dejar claro que la culpa es de Aznar, que había creado este sistema capitalista que Zapatero ha intentado socializar y modernizar. Me iba a echar a reír, pero me entró una pena profunda al pensar que alguien consuele sus ideales con un argumento tan sencillo, así que, decidí ilustrar nuestra conversación con un ejemplo.
Ejemplo: “Cada uno es responsable de lo que gobierna o gestiona” -le dije-. Cuando yo cojo unos alumnos nuevos, observo sus virtudes, habilidades y debilidades, y voy adaptando mis clases a ellos. Si al final del curso todo acaba bien es mi logro, y si termina mal es problema del maestro del año anterior o del que tenían hace tres años, en definitiva, que el niño traía problemas de base. Eso es una forma muy burda de esconder los errores que hemos tenido en nuestro trabajo y que forman parte de nuestro día a día laboral, como el de ZP.
Zapatero sabía lo que había en el Gobierno, lleva dos legislaturas en el mismo y pasó dos años vociferando frases como: “la champions league de la economía”, “no hay crisis”, “dificultades”, “desaceleración económica”, “la luz al final del túnel” o, “brotes verdes”. Ahora se opta por generalizar la culpa con que los españoles consumíamos más de lo que podíamos. Pero los políticos también gestionaron muy mal nuestros impuestos. Así que si la culpa según tu es de Aznar, éste dirá que de Suárez, y éste a su vez de Francisco Franco y como no, Paco de la República y al final los pueblos Íberos son los culpables de nuestra crisis por haberse instalado en la península y no asentar las bases para impedir la burbuja inmobiliaria que nos arruinaría.
Con tristeza terminamos el café, nos fuimos hablando de las fiestas del pueblo, pero me quedé con ganas de decirle: ¡Ve al oftalmólogo!
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