Ya ha pasado un mes del fatídico día en que un tsunami de agua y barro sembró una parte del País Valencià de muerte y destrucción, y las calles de algunos de aquellos pueblos que vivieron horas de pánico por una mala actuación de las autoridades de la Generalitat Valenciana con Mazón a la cabeza, todavía tienen sus calles llenas de barro, las escuelas sin poder acoger a los alumnos, los garajes aún inundados, el transporte público sin dar el servicio habitual, y el luto, el luto por la muerte de más de doscientos vecinos instalado en el corazón y el ánimo de familiares, amigos y conocidos.
Pero todo esto a los encargados de tomar las riendas y hacer frente a la catástrofe les resbala, parece no importarles nada la tragedia que las tierras valencianas hna vivido y que, durante años, continuaran viviendo. El presidente Mazón y sus Consellers han desaparecido, no bajo las aguas, sino escondidos entre las cortinas y las alfombras de sus despachos, o en las horas de máxima emergencia en una supuesta comida de trabajo en el reservado de un restaurante tal y como estuvo Mazón durante horas la tarde del día en que las aguas, trágicamente, escaparon de su cauce.
Carlos Mazón , un negado para ejercer cualquier clase de responsabilidad, ansiaba, a toda costa, llegar a President de la Generalitat al precio que fuera. Ya lo dijo en una reunión de amigos, como el mismo dijo cuando se hizo publico el precio que estimaba les tocaría pagar para gobernar el País Valencià. «en el peor de los casos tendríamos que chupársela a uno de Vox». Supongo que la anunciada felatio fue tan sólo metafórica, lo cierto es que, pasadas las elecciones, se apresuraron a repartirse el botín. Aunque un tiempo después desde Madrid, el macho Alfa de Vox rompió este contubernio tardofranquista entre los de la gaviota carroñera y los ultras nietos del franquismo, con lo que el Conseller de Cultura, Vicente Barrera, tuvo que dejar, haciendo pucheros como un niño, cargo, salario y la posibilidad de continuar regando con dinero público a sus amigos del mundo taurino.
Porque toda esta gente de la derecha montaraz y cerril están en política, generalmente, para tocar dinero y para favorecer a sus «amiguitos del alma», si escuchan la palabra «gürtel» se frotan los dedos recordando aquellos viejos tiempos en los que, amparados en el poder, repartían y recibían miles de euros, como atestiguan diversas sentencias y el paso por las instancias judiciales y la prisión de Picassent de diversos cargos públicos del Partido Popular, ministros como Zaplana, diversos consellers de la Generalitat, concejales , incluso del Ayuntamiento de Valencia, como Alfonso Grau, vicealcalde con Rita Barberá. A la hora de robar no paran mientes en la desgracia ajena, Rafael Blasco, siendo Conseller, aprovechó una situación catastrófica en Haití para desviar en provecho propio el dinero público dedicado a paliar los efectos del terremoto sufrido por aquel país caribeño. No se detienen ante nada.
Mazón se niega a dimitir, ya ha echado del Consell a dos conselleras, habían hecho méritos para enviarlas a casa, pero al president le han servido de chivo expiatorio para poder seguir en el cargo donde la ineficacia de Feijóo le deja tranquilo de momento. Fiel escudero y alumno aventajado del delincuente Zaplana ha comenzado a repartir adjudicaciones, y ha su llamada han acudido empresas cuyos directivos fueron condenados a prisión por pertenecer a la trama Gürtel. A la empresa CHM Obras e Infraestructuras se le han adjudicado a dedo por parte del gobierno de Mazón dos contratos uno de 2,3 millones de euros y otro de 5,2 millones de euros, ambos sin concurso y por el procedimiento de emergencia y sin publicidad. Ya son cerca de 40 los millones entregados mediante este tipo de adjudicaciones a diversas empresas ligadas con la corrupción del Partido Popular. De tal maestro, Zaplana, tal alumno, Mazón.
La incapacidad manifiesta de Mazón para dirigir la política de reconstrucción de los daños de la riada le ha llevado a militarizar la política valenciana. Desde los tiempos de aquel general cuya foto nos acompañaba desde las paredes de las aulas a los sellos de correos, ningún militar había formado parte de un gobierno de civiles. Mazón lo ha conseguido nombrando Vicepresidente a un teniente general que nada más conocerse su nombramiento ya meó fuera del tiesto, alardeando en sus declaraciones de “de no aceptar directrices políticas”. Tal vez habrá que aclararle a «su excelencia», por si lo ignora, que le han colocado en un cargo político y, como tal, tiene la obligación de dar explicaciones de sus actos tanto a quien le ha nombrado como a los políticos de la oposición, elegidos en las urnas y no como él, que simplemente ha sido nombrado por el dedo de un president incompetente que cree que un militar puede hacer mejor el trabajo que un civil.
El nombramiento del teniente general retirado Francisco José Gan Pampols para dirigir la Recuperación es una buena muestra de la incapacidad de Mazón para continuar presidiendo el Consell de la Generalitat, incompetente, ineficaz y mentiroso, se refugia detrás del uniforme y las medallas de los dos generales que han tomado el mando en un Consell en el que la mayoría de sus miembros, por no decir todos, siguen la linea marcada por su president, la de la incompetencia manifiesta para llevar a cabo la tarea que el pueblo valenciano necesita en estos momentos. Soy escéptico en el trabajo que pueda hacer un teniente general y su segundo, otro general, para llevar a cabo los trabajos que durante mucho tiempo van a ser necesarios para volver las tierras anegadas a su estado anterior. No se de quien puede haber sido la idea de militarizar el gobierno valenciano, este autogolpe, es muy fácil que venga de Madrid, pero no de la calle Génova ¿tal vez de más alto?- Lo que es seguro es que nadie, ni los militares, devolverán la vida y la hacienda a quienes lo han perdido todo porqué un político incompetente estaba, supuestamente, en un reservado del Ventorro en un abundante ágape en el que tuvo tiempo para tomar café, copa y puro pero no para avisar a tiempo de la desgracia que se cernía sobre más de sesenta pueblos valencianos.
|