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Este lunes pasado, los españoles hemos sido testigos de dos acontecimientos que nos han hecho sentir muy orgullosos como españoles y como ciudadanos de bien. Por un lado, en Málaga, la despedida oficial de las canchas de tenis de ese enorme deportista y persona que es Rafa Nadal, y por otro la emotiva, cercana y muy querida visita de los Reyes a los pueblos de Utiel y Chiva para “estar y escuchar “ a unas gentes manchegas y valencianas rotas por el dolor y la incertidumbre.
Las cooperativas de la provincia de Valencia tienen una fuerte implantación en los territorios más dañados por la dana, lo que se ha traducido en que un 30% de ellas ha visto afectada su actividad por la catástrofe. Hay 478 cooperativas radicadas en los municipios afectados, que emplean a cerca de 11.000 personas. Sus ventas anuales agregadas ascienden a 1.527 millones de euros, aportan 286 millones de euros al PIB valenciano y dan servicio a más de 65.000 usuarios.
¿Cuántos días han pasado desde que la terrible DANA asoló parte de nuestro suelo, parte de nuestras vidas, parte de muchos sueños...? ¿Cuántas Leyes se han rebuscado para salpicar responsabilidades a terceros? ¿Cuántos leguleyos han llenado las redes sociales de falsas normas, de promesas interesadas, de insultos sin nombre, por si acaso, de mentiras consentidas?
Este geoportal, gratuito y en abierto, integra más de 70 mapas procedentes de fuentes clave como la Generalitat de Valencia, la Confederación Hidrográfica del Júcar, el Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables del Ministerio de Transición Ecológica, el Instituto Geográfico Nacional, la Universidad Valenciana y el programa Copernicus de la Unión Europea y la NASA.
Políticos. Demócratas por más señas. Antes de la riada, existían. Ahora aparecen sobre el barro. Chapoteando. Como personajes podrían evocar la novela ‘Cañas y barro’ del valenciano Blasco Ibáñez en la Albufera. Y merecerían afecto. Pero son personas, en democracia y ante la riada, responsables. No son unas personas extraordinarias, ni siquiera las mejores.
El 20 de octubre de 1982 se produjo una terrible inundación provocada por la ruptura de la presa de Tous que anegó toda la comarca de la Ribera Alta, destrozando pueblos enteros y causando ocho víctimas mortales. Tras veinte años de lucha legal -encabezada por el abogado Arturo Terol- miles de damnificados consiguieron que el Tribunal Supremo reconociera la responsabilidad del Estado. Pero la mayoría no se benefició ni de las ayudas ni de la sentencia; habían muerto ya.
El 16 de noviembre de 2014, en el programa 'Salvados', José Luis Rodríguez Zapatero le dijo a Jordi Évole: “Cualquiera puede ser presidente del Gobierno”. Y, de hecho, los españoles hemos comprobado la evidencia de esta afirmación en los momentos más críticos. Hemos sido testigos de la gestión que Sánchez hizo del COVID-19, la borrasca Filomena, la erupción del volcán de La Palma, y ahora, el drama que están sufriendo miles de afectados por la gota fría.
Valencia... no fueron sólo los bienes materiales los que hubo. Fueron recuerdos, historias, rutinas, pero también formaron muchas vidas llevadas. A los hermanos valencianos de España, mis más profundos y sinceros deseos de paz, restablecimiento de sus vidas y prosperidad. La calamidad es un evento que no le deseamos a nadie.
De la alta amoralidad política: “Parece que hay una respuesta fácil al problema implícito en este tópico. Cuando se pregunta si los políticos tienen que ser honestos probablemente se responderá: “¡en principio sí!”. Las dificultades surgen cuando la pregunta se plantea en términos más precisos.
Está claro que estos días pintan bastos. No por culpa de la economía, de la política o de la meteorología. Se trata de cómo podemos comprobar que la humanidad está con ganas de gresca por todo y por nada. Los nervios están de punta. Para colmo los americanos afilan sus garras “trampeando”.
Información obtenida desde la margen derecha del río: -Sánchez provocó la riada. -Sánchez deja morir de hambre a la gente y no declara el estado de emergencia ni toma el mando. Y si lo toma sería peor. -El palo que le tiran a Sánchez estaba editado con Photoshop. El que dicen que lo tiró era un señor cabreado con razón y sus vecinos dicen que era un tipo muy amable que siempre saludaba en el ascensor.
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