No nos olvidemos de Valencia (I): “Falta mucho para vivir con normalidad”

Han pasado tres meses desde que nos despertamos con la terrible noticia de las inundaciones de la DANA en la Comunidad Valenciana. Sin olvidar que otras comunidades autónomas también sufrieron daños y pérdidas.

Hemos vivido este tiempo - algunos desde lejos y otros más cerca - observando fotos, leyendo historias de pérdidas humanas y materiales, sorteando pronósticos de la reconstrucción del tejido social, escuchando algún violín para mecer el alma, enumerando víctimas, escalando posibilidades de ayuda, aplaudiendo al voluntariado, esperando por una justa atención a las víctimas y haciendo suposiciones sobre aquello que hace falta, para coser la psique de quienes lo perdieron todo.

La historia sobre esta terrible catástrofe se sigue escribiendo. Hoy nos adentramos en la bitácora de Enrique Caballero Espinosa (Kike) y Rafael Torres Plata (Rafa), dos voluntarios de RAGCE (Retirados Asociados de la Guardia Civil de España), que tuvieron la oportunidad de ayudar a los afectados por las inundaciones de la DANA en Valencia, específicamente en los diseminados de Chiva, extrarradio de Quart de Poblet, puntos de reparto de Paiporta, Aldaia, Alfafar, Algemesí y Torrent.

Es a través de sus testimonios, reflexiones y anécdotas que iremos sumando granitos de arena, para ese balance de lo ocurrido; que se hace tan necesario como urgente en estos tiempos de inmediatez, donde viramos con alucinante rapidez hacia otros temas, cuando la vida sigue sin rumbo para muchos ciudadanos.

¿Cómo está la situación en este momento en las zonas afectadas?

Rafa: Han pasado ya tres meses (incluyendo unas navidades por medio) y aunque ha mejorado la situación de los afectados, un porcentaje muy elevado no ha recibido las ayudas públicas y no tiene posibilidad de iniciarla. Tan solo han recibido ayudas de particulares y voluntarios para el arreglo y para proporcionarle los enseres mínimos y necesarios para su vivienda o local.

Las mejoras a las que me refiero son las de primera necesidad, que han recibido ayuda de voluntarios para realizar una primera limpieza de sus viviendas y locales afectados, que se han limpiado vías y calles a pesar de que vuelven a ensuciarse, ya que se siguen sacando coches y lodo de los garajes. Algunos han podido empezar la reconstrucción de viviendas y locales.

En este momento la principal necesidad de los afectados es de las ayudas oficiales y de las indemnizaciones de los seguros. Que esto llegue cuanto antes para que puedan reconstruir y poder volver a la normalidad.

En la mayoría de los casos aún queda mucho por hacer: esperar a que las paredes sequen para poder pintar, reconstruir paredes así como las diferentes instalaciones de electricidad, fontanería, cerramientos, cocinas, puertas interiores y más. En definitiva queda mucho para conseguir que las viviendas vuelvan a ser hogares y los locales puedan ser puestos en funcionamiento.

Por triste que parezca, 50 días después del trágico 29 de octubre, aún nos encontrábamos familias que prácticamente no habían recibido ayuda, en concreto, dos hermanas de algo más de setenta años que viven en zonas del extrarradio de Chiva y que continuaban durmiendo en los mismos colchones que mojó la riada, colocados en el suelo y poniendo plásticos para que la humedad no les llegase al cuerpo, además de infinidad de destrozos tanto en el interior de la casa como en su parcela, ya que estaba situada al lado de un barranco.

Para solventar esta situación pusimos en contacto a una persona que quería hacer una ayuda económica directa a afectados, con compañeros que seguían in situ colaborando, para que le proporcionara los enseres que necesitaban.

Kike: Por los comentarios de los amigos valencianos que siguen ayudando allí parece que todo va mucho mejor, aunque es cierto que muchas familias a las que hemos estado ayudando desde noviembre siguen necesitando apoyo, los comercios locales han perdido todo y eso cuesta mucho volver a ponerlo en marcha.

Para el resto de España, la rutina del día a día y los propios problemas han dado paso a una normalización de la situación que por supuesto no es positiva para los afectados. Para nosotros, que estuvimos allí y vimos de primera mano como estaba la zona y las muchas necesidades de aquella zona, es doloroso ver que ya apenas se habla de ayuda, de voluntarios, de donaciones e incluso cuando comentas que se siguen necesitando cosas para enviar a Valencia muchos no te hacen ya caso.

Desgraciadamente el ser humano muchas veces ayuda cuando ve ayudar a otros, pero el paso del tiempo tapa heridas y va diluyendo los problemas y esa ayuda tan necesaria aún queda relegada o tapada por los propios problemas del día a día.

¿Cómo han ido variando las necesidades en Valencia?

Rafa: Las necesidades en Valencia han ido variando por días, en un principio fue la búsqueda de víctimas así como la llegada y reparto de la ayuda humanitaria de primera necesidad. A continuación se pasa a la necesidad de materiales y ayuda para la limpieza, pasando después a necesidad de enseres y reconstrucción de viviendas y locales, así como también la necesidad de vehículos para facilitar la movilidad.

A pesar del tiempo transcurrido todas esas necesidades siguen vigentes, dependerá de cada caso concreto. Aún sigue habiendo llamamientos de necesidad de alimentos o de ayudas a limpieza a viviendas o locales.

Kike: Desde el principio, cuando fue un poco caótico, al ir la gente a ayudar sin saber bien qué hacer, hasta hoy, ha cambiado muchísimo.

Nosotros, que estuvimos allí los primeros días vimos como evolucionaban las prioridades de ayuda, desde la búsqueda de personas inicial pasando por la limpieza de casas, calles y accesos a domicilios, ayuda humanitaria en forma de agua y alimentos de primera necesidad, productos de protección e higiene personal, de limpieza, mobiliario y electrodomésticos, hasta la actual, de rehabilitación de viviendas y ayuda profesional cualificada para que todo vaya tomando forma de nueva normalidad.

¿Con quién contactáis en primer lugar para iniciar vuestra ayuda en Valencia?

Kike: Unos días antes había conocido en la inauguración del cuartel del veterano de la Guardia Civil en Cádiz a Fernando, compañero valenciano y delegado de RAGCE (Retirados Asociados de la Guardia Civil de España) en la provincia gaditana, que aprovechó su visita a Cádiz para visitar la exposición anual de Playmobil en Guardia Civil que organizo para recordar a mi hermano Víctor Caballero y a todos los Guardias Civiles caídos en acto de servicio y a todos los que nos precedieron.

Al enterarme de la catástrofe me puse en contacto inmediatamente con él ofreciéndome a ir a Valencia y a los pocos días estaba allí junto a los compañeros de RAGCE.

Rafa: En mi caso igualmente fue contactando con RAGCE pero en este caso de la mano de su Presidenta Nacional, Lucía Llano.

Previamente había tratado de contactar para ponerme a disposición con diferentes Ayuntamientos afectados y Organizaciones pero todos tomaban nota y te comentaban que ya se pondrían en contacto pero pasaban los días y no avisaban y a mí me hervía la sangre de no poder estar allí.

¿Qué ayuda habéis llevado a Valencia?

Kike: Yo salí para Valencia a los seis días de la catástrofe y en ese viaje la ayuda que se demandaba eran alimentos para personas y animales, artículos de higiene personal y productos de limpieza.

En un solo día logré reunir donaciones de los compañeros de mi coro de Valdés, llenando el maletero y los asientos de mi coche con productos de todo tipo, incluso los asientos del lado del conductor los llevaba con sacos de pienso para perros; además de caramelos comprados por mi hija para dar una sonrisa a los más pequeños en aquellos duros momentos.

Con el coche cargado hasta arriba partí desde Cádiz el 6:00 Horas de noviembre conduciendo toda la noche para llegar temprano y ayudar cuanto antes.

En el segundo viaje que hice ya las necesidades iban cambiando y gracias a los amigos de mi coro de Valdés, de mi hija y a tres amigos que se dedican a la pintura y materiales de construcción llevé el coche cargado con latas y útiles de pintura, productos de farmacia y alimentos para mayores y niños, ropa… además de alimentos para animales que compré yo para llevar siempre en el coche.

Rafa: En mi caso la ayuda inicial se centró en elementos de limpieza del lodo como fueron botas de agua, petos de vadeador, cepillos de barrendero, palas, bombas de achique e hidrolimpiadoras con todos sus elementos para poder ponerlas en funcionamiento, capazos etc.

Partí hacia Valencia, desde Córdoba, una semana después de Kike y en ésta - como en la mayoría de las catástrofes - las necesidades fueron cambiando casi de un día para otro.

Continuará…

Te invito a leer mañana, la segunda parte de esta interesante bitácora.

---------------------------------------

Fotos: cortesía de los entrevistados