El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha decretado este jueves el ingreso en prisión incondicional para el presidente de
la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, su hijo Gorka y el vicepresidente económico Juan Padrón, por
desvío de fondos. Según el magistrado, Villar se valió de una red de clientelismo, soborno y presiones con el fin
de garantizar su
permanencia al frente de este organismo.
El juez que investiga la operación 'Soule' atiende la petición de la Fiscalía
Anticorrupción para todos ellos y para el cuarto detenido, el secretario de
la Federación Tinerfeña, Ramón Hernández Baussou, a quien envía a prisión eludible bajo el pago de una anza
de 100.000 euros, según
informan fuentes jurídicas.
En el auto, Pedraz les imputa los delitos de administración desleal,
apropiación indebida, estafa, falsedad documental y corrupción entre
particulares y justifica
la adopción de medidas cautelares ante "la gran
capacidad económica de la que disponen" y para evitar la obstrucción de
la investigación ya que se encuentra pendiente de analizar toda la
documentación ocupada en los registros.
El juez apunta que al menos desde 2009 Villar creó un entramado que ha
permitido la desviación de fondos tanto públicos como privados de la RFEF
y organismos vinculados a ellos como la propia Fundación y MUPRESFE
(Mutualidad de Previsión Social de Futbolistas Españoles a Prima Fija) estableciendo un "clientelismo" tanto en la contratación del
personal que recae en familiares de los acusados como en la presunta adjudicación arbitraria de contratos de suministros.
El pasado mes de junio, según recoge el auto, el presidente de la Federación Cántabra de Fútbol, José Ángel Pélaez, comunicó a
Villar que había dejado fuera de reparto de los presupuestos de la Federación 5.210.000 euros para disposición personal del
principal acusado, a quien le llegó a decir que podría emplear esa cantidad para lo que le saliera "de los huevos".
Los cuatro acusados han declarado ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional que les ha
interrogado por el presunto cobro de comisiones y por los negocios del Grupo Santa Mónica, tras el cual se encontraba el fallecido
Jesús Sámper, exmiembro de la junta directiva. La resolución del contrato con este grupo, que adeudaba 20 millones de euros,
causó un perjuicio a la RFEF de 51.746.071 euros.
SOBORNOS PARA GARANTIZAR SU REELECCIÓN
Respecto al presunto cabecilla de esta trama, Pedraz detalla en su auto que Villar cometió "excesos en las facultades de
administración" aprovechándose de su posición de dominio en calidad de presidente de la Federación desde 1988 y precisa que
existen indicios para armar
que se garantizó la mayoría necesaria para seguir al frente del organismo.
Concreta dichos excesos en los nombramientos de la Junta Directiva por un lado (que utiliza a modo de recompensa para premiar
la lealtad de los presidentes de las federaciones afines
o vetar a los que le son contrarios), y por otro, en la concesión de beneficios
a los que han favorecido su candidatura. Estas serían la Federación de Fútbol de la Región de Murcia y la Federación Cántabra de
Fútbol.
Así se desprende de la transcripción de unas grabaciones telefónicas incorporadas al sumario que se atribuyen a Villar, a Padrón y
al que fuera entrenador de la Selección Nacional de Fútbol Javier Clemente. En estas se aprecia como el principal acusado le ofrece
a José Ángel Pélaez una entrada gratis para la final
de la Champions League en Cardiff
(Reino Unido) de este año.
CLEMENTE ADVIRTIÓ DE LA COMPRA DE VOTOS
En dichas conversaciones, Clemente le dice a Padrón que Juan Luis Larrea, delegado de la Selección Nacional, está preocupado por
tener que pagar 300.000 euros a la Federación Cántabra de Fútbol por unos campos de fútbol que nunca serían de la federación
sino del Ayuntamiento. Padrón le responde que Villar no va sino a lo de él y que le importa "tres cojones" la federación.
Igualmente, Clemente advirtió a Padrón de que Villar había comprado votos ya que en su conversación dijo: "Son votos, son votos
comprados. ¡Joder Juan!... Apoyos comprados... Decir amén, amén por... llevarse unos dineros", dijo.
Respecto al papel de Gorka Villar en la trama, Pedraz apunta tratos de favor a su hijo a través de la sociedad que administra, Sport
Advisers S.L. En concreto Villar se aprovechó de los partidos de fútbol amistosos de la Selección Española de Fútbol con otras como
la de Corea del Sur, Venezuela o Chile para beneciar
a su hijo, abogado especialista en derecho deportivo.
Las grabaciones también ponen de manifiesto
cómo el presidente de la Federación "ejercía presión" sobre los que pudieran votar
una candidatura contraria a la suya en las elecciones del organismo como es el caso del presidente de la Federación de Fútbol Sala
de Madrid, Julio Cabello, a quien le expresa sutilmente que le compensará económicamente en el futuro si obtiene su voto
favorable.
INDEMNIZADA CON 300.000 EUROS Y VUELTA A CONTRATAR
La investigación, que surge a raíz de una denuncia del Consejo Superior de Deporte (CSD), expone igualmente que una auditoría
del organismo concluyó que el promedio de retribuciones anuales a 40 empleados era de 5,5 millones de euros y alertó sobre la
contratación excesiva de personal, los altos sueldos y la baja productividad de parte de éste.
Villar también maniobró para que la secretaría general de la RFEF, Esther Gascón, percibiese 300.000 euros en calidad de
indemnización por su despido para posteriormente ser de nuevo contratada.
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