La Casa Real emitió ayer un comunicado con el que intenta aclarar algunas de las informaciones aparecidas en los distintos medios de comunicación sobre la composición y funciones de los miembros que constituyen la Familia Real. El comunicado remite al Real Decreto 2917/1981, de 27 de noviembre, por el que se establece el Registro Civil de la Familia Real, y supone un cierre de filas entorno al duque de Palma, mientras en la Zarzuela adelantan la limpieza navideña.
La situación no es nueva, siempre que se presenta un caso de corrupción en el que están implicados altos cargos de la administración, dirigentes políticos o personajes públicos, los periodistas, tertulianos, colaboradores y contertulios se frotan las manos con el asunto, y lo exprimen hasta no dejar ni gota.
Por otro lado, el nuevo formato televisivo lleno de tertulias de dudosa seriedad, rigor, análisis y con opiniones carentes de fundamento por doquier, es un fecundo caldo de cultivo para criminalizar el asunto. No se si vieron ustedes como el otro día en Sálvame embutieron el tema de Urdangarín en el mismo programa en el que se trataron temas de hondo calado como la hija de Belén Esteban y el aborto de la novia de Paquirrín.
La cuestión es que mientras en la Zarzuela intentan limpiar el polvo para dejar el palacio en condiciones para Navidad, el presunto corrupto yerno del Rey es un recurso evidente para TVE, Canal 9, TV3, Tele 5, Antena 3 o Intereconomía. Todas ellas plagadas de periodistas dispuestos a comerse el polvorón del minuto de gloria con el fin de seguir en pantalla, con argumentos falaces, comentarios plausibles, o risibles que no aportan nada y que por el contrario dejan juicios de valor en una ciudadanía que antes que se pronuncie la Justicia ya tiene un veredicto sobre el mismo.
Dejemos que la Justicia actúe, aunque en la mayoría de los casos sus sentencias nos hagan dudar del sistema o nos parezcan una burla al ciudadano. Además, si hay condena siempre queda el indulto del Congreso de los Diputados, ese que a usted y a mi no nos llegaría porque somos ciudadanos de a pié de esta España sin clases.
|