Mucho se habla de que España, Grecia, Portugal, Italia y demás países al borde del abismo, antes de tomar una decisión sobre economía, miren hacia el norte, hacia Alamania, para ver qué pueden y qué no pueden hacer. Las medidas que presentó el pasado viernes el Consejo de Ministros previamente habían sido presentadas y, porteriormente, aprobadas por Angela Merkel.
El contacto entre Mariano Rajoy y su homóloga alemana son consatantes. España no dará ningún paso económico sin discutirlo previamente con Angela Merkel y, viendo los resultados macroeconómicos alemanes, tampoco está mal visto que sea así.
Alemania alcanzó en 2011 un nuevo récord de empleo con mas de 41 millones de trabajadores registrados y con domicilio en este país desde la reunificación nacional en 1990, según ha anunciado hoy la Oficina Federal de Estadística (Destatis). El instituto público con sede en Wiesbaden, en el centro del país, señaló que Alemania tuvo en 2011 una media de 41,04 millones de personas con trabajo registrado, lo que supone un incremento del 1,3 % o 535.000 personas frente a 2010.
Alemania presenta unas cifras envidiables en los tiempos que corren. Con un 5,7 por ciento de parados, cerca de 2,5 millones de personas, la reforma laboral realizada en el inicio de la crisis en 2003 ha tenido sus frutos. El paro, lejos de crecer, se ha reducido respecto al año anterior en un punto porcentual y sectores que en Espña están prácticamente en la quiebra representan los mayores motores de empleo.
Tanto es así que el sector de la contrucción ha conseguido generar un 1,6 por ciento más de puestos de trabajo que el año anterior. Asimismo, otros motores que han posibilitado reducir el número de desempleados en 446.000 personas en 2011, ha sido el sector servicios, la agricultura y pesca y las industrias productivas.
No es oro todo lo que reluce
En Alemania ha tenido bastante trascendencia los mini-jobs, empleos de jornada reducida y que no superan los 400 euros de remuneración. El trabajador tiene los mismos derechos labroales, es decir, vacaciones pagadas, permisos por paternidad o bajas por enfermedad, pero la pensión que le queda a este trabajador es de 3 euros por año trabajado, es decir, una dura jubilación.
Más de 4,5 millones de trabajadores alemanes lo hace bajo esta fórmula por lo que la capacidad adquisitiva y la calidad de vida ha disminuido considerablemente. Esto hace que Angela Merkel no las tenga todas consigo para salir reelegida en las próximas elecciones.
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