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Préstamos amistosos | |||
| Frente a la crisis de los bancos surge la microfinanciación entre grupos cercanos | |||
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“La carencia agudiza el ingenio…”, dice. Y es que hace dos años su grupo de amigos decidió resolver estas estrecheces y encontrar la manera de autofinanciarse. Alma Guaraní es el nombre de la comunidad de microcrédito que comenzó con siete personas y ahora está formada por unas 20. Una vez al mes se reúnen en la sede de la Asociación Guaraní, de la que también forman parte, para ajustar cuentas. “Hemos creado un sistema interno de préstamos cuyo tope no sobrepasa los 5.000 euros” afirma María Luisa quien preside durante este año la comunidad. Comprar un billete de avión, necesidades sanitarias básicas o facturas de última hora se resuelven con estos microcréditos que organizan entre ellos. Mediante lo que llaman “acciones” que parten de los 10 euros, cada miembro de la comunidad puede engrosar su capital mensualmente. “Los préstamos son proporcionales al fondo de cada uno. Nunca superarán cantidades que cuadripliquen tu depósito” explica Aldo Pelli, un argentino de 52 años que regenta el cargo de contable. “Ninguno tiene conocimiento sobre finanzas, pero nos sabemos organizar”. El interés que generan estos préstamos es del 1%, y las devoluciones se realizan en plazos de cuatro a cinco meses. Al final del año se reparten las ganancias entre todos. “Vivimos también una crisis de valores. Nosotros la combatimos basándonos fundamentalmente en la solidaridad y la confianza” explica Aldo. DE LA INDIA A MADRID En estos momentos son cinco las comunidades de autofinanciación que funcionan en la comunidad de Madrid. Vecinos, amigos o incluso fundaciones han optado por este sistema de autoabastecimiento que creó el premio Nobel Muhammad Yunus. Este banquero y economista de Bangladesh desarrolló el concepto de microcrédito en los años setenta. Fundó el Banco Grameen, una entidad basada en el sistema de pequeños préstamos que ha beneficiado a siete millones y medio de personas. En Barcelona, la ONG ACAF (Asociación de Comunidades de Autofinanciación) ya ha contribuido a la creación de más de 25 comunidades autofinanciadas. En Madrid, la organización Transformando replica el modelo de la capital condal. “Nosotros ofrecemos asesoramiento y un seguimiento inicial. La idea es crear un efecto multiplicador” afirma Ana Álvaro, miembro de la organización y promotora de la comunidad Alma Guaraní. “No sabemos cuándo acabará la crisis. Por ello, debemos aprender a adaptarnos a las circunstancias…” |
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