El Partido Popular da un giro en su argumentación El
pasado veinte de octubre, un video difundido por la banda terrorista
ETA anunciaba el cese definitivo de la actividad armada. Las reacciones
políticas no se hicieron de rogar.
El
partido socialista mostró una actitud de cautela ante la noticia pero
se felicitaba por lo conseguido; mientras, el partido popular exhibía, a
través de la figura de su líder Mariano Rajoy, un ápice de esperanza
futura pero quedaba supeditada a un cierto recelo inculcado desde los
sectores más conservadores de la formación.
Las
calles, en un primer momento, mostraron una sensación de alegría ante
el anuncio, sin embargo, en el transcurso de los días se fue instalando
una fuerte desconfianza a tenor de lo que aparecía publicado en algunos
medios de comunicación afines a la derecha.
La
suposición de que ETA no había abandonado las armas y que podría volver
a atentar en cualquier instante provocó un sentimiento de rechazo a
aquellos que promovían que la banda independentista había finalizado
veridicamente su actividad armada.
A
tenor de otros anuncios promulgados, donde las promesas se diluían tras
súbitos atentados, la sociedad se distanció de la teoría que defendía
que la paz había llegado a nuestro país para instalarse “sin
miramientos”.
Esta
mañana, populares y socialistas han presentado ante el Congreso de los
diputados un texto en el que “constatan que el anuncio del cese
definitivo de la actividad terrorista de ETA producido el pasado 20 de
octubre ha sido la consecuencia de la movilización de la sociedad contra
el terrorismo por las libertades”.
El
panfleto también recoge que el fin del terrorismo por parte de la banda
terrorista se debe a “la unidad de las fuerzas políticas, la labor
ejemplar de las víctimas del terrorismo, la firmeza del Estado de
Derecho en la aplicación de la ley, la actuación de los cuerpos y
fuerzas de seguridad y la cooperación internacional, todo lo cual
constituye la mejor evidencia de la victoria de la democracia sobre la
organización terrorista ETA”.
Esta
primera parte del escrito reconoce la trascendental aportación de los
cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para intentar poner fin al
terrorismo vasco que ha ocasionado 857 víctimas mortales.
El
texto, elaborado por las dos fuerzas mayoritarias, insta la Gobierno a
“mantener el diálogo con el Gobierno vasco, con el Gobierno de Navarra y
con las fuerzas democráticas, promoviendo la máxima unidad de acción”
El
argumentario, que también ha sido ratificado por el grupo de la
izquierda plural (IU-ICV-CHA) o por los catalanes de CIU, entre otros,
pretende servir como fuente para “exigir a ETA su disolución definitiva e
incondicional”
El texto reconoce que la banda terrorista se mantiene operativa aunque
no parece tener intención de volver a provocar un atentado. Esto ha sido
una prédica muy utilizada por el ministro del interior, Jorge Fernández
quien ha mantenido en reiteradas ocasiones que existen "movimientos y
actividades" en ETA destinadas a "mantener una estructura larvada en la
clandestinidad" y que la banda dispone de armamento y explosivos.
Parte
fundamental en el desarrollo del proceso para intentar acabar con el
terrorismo de la banda vasca son las víctimas, que siempre han mantenido
una postura desigual en torno al proceso iniciado por el Ejecutivo.
Una
de los colectivos de víctimas que aglutina a una importante porción de
las mismas es la AVT (Asociación de Víctimas del Terrorismo) que
continuamente se ha mostrado reacia a desarrollar acuerdos con los
terroristas e incluso recela del fin del terrorismo anunciado en el
video del 20-O.
Otras
asociaciones se han mostrado más propensas a mantener contactos con los
terroristas como paso final para erradicar una violencia que perdura en
nuestro país desde 1961.
En este sentido, el flamante texto reza que se deberá “reforzar el
compromiso con las victimas del terrorismo para salvaguardar la memoria y
la verdad, defender la dignidad y hacer justicia a todas las personas
que han sufrido la violencia terrorista.
Supone,
por lo tanto, un espaldarazo a los colectivos de víctimas que habían
manifestado un cierto distanciamiento hacia sus reivindicaciones por
parte del Gobierno tras conocer el anuncio de ETA.
Por
último, el escrito insta al Gobierno a velar por el cumplimiento
estricto de la ley y la persecución, en su caso, de cualquier conducta
contraria al ordenamiento jurídico, con especial atención a la defensa
de los principios democráticos, los derechos y libertades fundamentales y
la convivencia pacífica de los ciudadanos.
Con
este documento se pretende constatar la apertura de un tiempo nuevo sin
violencia de ETA y que fije las pautas para esa nueva etapa, en la que
también se reclama a la banda su disolución.
Ni
rastro de mención alguna al conflicto surgido en torno a la política
penitenciaria que se debe aplicar a los presos etarras que carecen de
delitos de sangre.
¿Por qué se elabora este documento? La
presentación de este significativo texto tiene un precedente cercano.
No llega porque de repente los dos partidos más representativos en
nuestro país hayan querido aunar sus fuerzas de cara al final de la
violencia.
Todo
viene porque Rosa Díez presentó el pasado martes una propuesta
parlamentaria que solicitaba al flamante Gobierno que tuviera coraje
para ilegalizar Amaiur y Bildu. Esta propuesta será votada esta tarde en
sede parlamentaria.
Cuando
se hizo público que la líder de UPyD presentaría dicha proposición, la
bancada popular personificada en el ministro del interior, Jorge
Fernández se opuso y aludió a un tiempo nuevo, algo sobre lo que ya se
han pronunciado en distintas declaraciones el presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, y el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti
Los
socialistas han aprovechado el texto de UPyD para promover un texto
común alternativo con el PP y el resto de los partidos democráticos que
no se limite a oponerse a dicha ilegalización.
Según fuentes consultadas, Díez impedirá hoy en el Congreso la aprobación del documento, presentado como enmienda a su moción.
Este texto supone claramente un giro en el duro veredicto mantenido por los conservadores sobre la situación de ETA.
El
PSOE está dispuesto a ayudar al Ejecutivo del PP a escenificar ese giro
con un acuerdo político al que ya se han sumado PNV y CiU.
La
cobertura política del acuerdo, que viene reclamando desde hace semanas
en Euskadi Antonio Basagoiti, le irá bien al Gobierno del PP para
neutralizar las presiones de la derecha más radical y de algunas
asociaciones de víctimas del terrorismo, y de posiciones como las de
Rosa Díez que se anclan en el inmovilismo en política antiterrorista. Según
Europa Press, El portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Alfonso
Alonso, ha apelado a la "responsabilidad" de la líder de Unión, Progreso
y Democracia (UPyD), Rosa Díez, para animarla a sumarse y a permitir
que este martes el Pleno vote el texto sobre la gestión del fin de ETA
que PP y PSOE han promovido como enmienda alternativa a la moción en la
que la formación magenta pide la ilegalización de Bildu y Amaiur.
En
este contexto, le ha recordado que la unidad de los demócratas ha sido
"esencial" para vencer a ETA y lo va a seguir siendo en el futuro.
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