El Rey don Juan Carlos ha presidido este lunes en Cádiz el acto institucional con el que se conmemora el 200 aniversario de la promulgación de la Constitución de 1812 en el mismo lugar en el que vio la luz, en el Oratorio de San Felipe Neri. Allí, ha manifestado que "en la labor de Cádiz, realizada en un difícil trance histórico, podemos encontrar la referencia y la inspiración necesaria para afrontar las series dificultades por las que nuestro país atraviesa en la actualidad.
Durante su intervención, Su Majestad ha destacado que hoy se conmemora el bicentenario de una Constitución que supone "un referente esencial de la unidad, la soberanía y la libertad de nuestros compatriotas, y uno de los episodios más importantes de la historia de nuestro país". Se trata de un "eslabón decisivo en el esfuerzo por la liberación de la Patria y símbolo de una empresa colectiva que benefició a España, a Iberoamérica y también al resto de Europa!".
Subraya que fueron tiempos de lucha para una nación que estuvo "muy por encima de sus máximas autoridades y que destacó por su dignidad, su heroísmo y su generosidad". El pueblo español supo, ante la adversidad, "aportar lo mejor de sí mismo y transformar una realidad difícil en una fecunda tarea cuyas lecciones políticas y sociales llegan hasta nuestros días".
En su opinión, el éxito de los constituyentes gaditanos fue también posible gracias al espíritu de concordia que compartieron aquellos diputados que, como representantes de la soberanía nacional, se guiaron por "el más alto grado de patriotismo y de compromiso cívico". Ha significado que supieron articular "fórmulas de legalidad que conservaron y estimularon la soberanía nacional depositándola en su legítimo propietario, el pueblo español".
"Se afirmó la soberanía en torno a la unidad de la Nación y se reconocieron los derechos y las libertades individuales. Pilares de la convivencia entre los españoles que, hoy como ayer, siguen siendo fundamentales", ha aseverado. Por ello, considera "justo" reconocer a quienes en medio de "grandes incertidumbres" afrontaron la responsabilidad política y culminaron "una formidable empresa de superación nacional".
"Durante aquellos años de asedio, en Cádiz se mantuvo viva la llama de la libertad. La sociedad gaditana animó y acompaño a estos hombres de Estado con su apoyo y colaboración".
Al reflexionar sobre todo ello, Su Majestad ha querido resaltar "la obra colectiva de todos los españoles que, hace menos de cuatro décadas y en una coyuntura de gran complejidad, supimos con firme espíritu de concordia, solidaridad y unidad, afirmar nuestro actual Estado de Derecho en torno a la Constitución de 1978".
Don Juan Carlos anima a encontrar en la labor de Cádiz la inspiración necesaria para afrontar las "serias dificultades" por las que España atraviesa en la actualidad, manifestando que "a la altura de la segunda mitad del siglo XXI, los españoles somos plenamente conscientes de que hay buenas y poderosas razones para confiar en nosotros mismos".
El Rey ha señalado que en esta conmemoración histórica "debemos subrayar la dimensión y la vocación iberoamericana de la Constitución de Cádiz". Y es que, elaborada por diputados "de ambos hemisferios", la primera Carta Magna fue un referente "clave y de gran influencia" para los nuevos Estados independientes iberoamericanos, y también para otros muchos de Europa.
En este sentido, se ha congratulado al "constatar el peso y la proyección internacional de la Comunidad Iberoamericana de Naciones, como espacio de cooperación y concertación que liga actualmente a más de 20 naciones de América y de la Península Ibérica y que nos distingue en un mundo cada vez más interdependiente".
Según ha dicho, se trata de "una familia de pueblos que comparte un rico acervo de vínculos históricos, de idiomas, de afinidades culturales y, sobre todo, de principios y valores entre los que destacan aquellos que comenzaron a forjarse en 1812". Así, ha defendido que "estrechar lazos y potenciar nuestra cooperación redundarán en una mayor prosperidad para todos".
En este sentido, ha recordado que dentro de unos meses la ciudad de Cádiz acogerá a los Jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos con motivo de la XXII Cumbre, para "seguir explorando y fomentando los mejores caminos del progreso compartido entre nuestros países".
El Rey ha concluido su discurso enfatizando que fue en la ciudad de Cádiz donde "se abrió la puerta de la España moderna y democrática" y donde se situó el "punto de arranque del largo recorrido hacia nuestro Estado de Derecho" y ha expresado su deseo de que "sepamos seguir avanzando, con la inspiración de los grandes logros del pasado, a favor de la unidad, la libertad y el bienestar de todos los españoles".
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