El conjunto verdiblanco ha creado una expectación sobre "el silencio" de la plantilla, que unido a la indignación de la afición por la falta de actitud, está siendo una semana complicada para los béticos, además de que se le presentan dos partidos en los que sí o sí deben sumar puntos. Pepe Mel comparecía antes los medios de comunicación previo al partido de mañana frente al Espanyol tras el entrenamiento en el estadio a puerta cerrada.
El técnico entonó el mea culpa, explicando que no es semana de hablar, si no de actuar. El madrileño solo piensa en el partido de mañana, y a pesar de la mala imagen dada en Vallecas con poco fútbol, Mel piensa que están capacitados para hacer un buen partido, y conseguir los seis puntos a final de la semana. "No sé muy bien la versión que tendremos mañana, ero por mí no quedará para que sea la buena. Los jugadores no sabrán el once inicial hasta hora antes del partido. Quiero que salgan a comerse el césped", añadió.
Aunque hoy Mel se presentó con una imagen energfética en sala de prensa, no escondió sus fantamas y comentó que le preocupa el partido porque pensaba tener más de 30 puntos cuando el Espanyol visitase el Villamarín. "Debemos estar juntos, ir de verdad y estar seguros de lo que hacemos. Este partido y el próximo son muy importantes", aseguró el técnico heliopolitano.
Aún así para el madrileño el Betis ha estado en situaciones peores que la actual, auqnue eso no es consuelo ni excusa, y reconoció que no le tranquiliza ver cómo están los otros equipos. "No podemos vivir de cómo estén los demás. No me siento contento con 30 puntos", confesó.
Una vez más, Pepe Mel considera que es mejor echarse la culpa a él mismo que a sus propios futbolistas, y con estas palabras entonó una vez más el mea culpa: "Es normal que se me mire cuando el equipo no gana. Prefiero que se centren en mí antes que en los futbolistas. Estoy seguro de que el que se equivocó en Vallecas fui yo. Cuando uno es entrenador de fútbol tiene que admitir las críticas de prensa y afición. Si no, dedícate a otra cosa. Es normal que la afición esté enfadada. El entrenador no juega y si creen que yo no estoy haciendo bien mi trabajo, que lo expresen. Me critico a mí mismo".
Respecto al Espanyol comentó que defensivamente es un equipo muy fuerte, con una gran velocidad arriba, asegurando que se encontrarán a un rival complejo que seguramente se lo pondrá muy difícil al Betis.
Para terminar, Mel dejó claro que le parece absurdo que piensen que sólo preparan los partidos contra los grandes. "No somos mejores que nadie, pero podemos ganarle a cualquiera. Quedan 33 puntos por disputar, los suficientes para saber que vamos a conseguir el objetivo", sentenció el madrileño.
|