Pepe
Mel aseguraba hoy ante todos que el 13 de mayo el Betis estará en Primera
división. Según el madrileño su cuerpo técnico y sus jugadores están
capacitados para sacar adelante esta situación. Para el míster, el Consejo de
Administración ha tenido 89000 ocasiones de despedirle del club, y si aún sigue
dirigiendo el equipo verdiblanco es porque tienen la confianza absoluta en él,
aunque aún no sepa nada de su futuro. "No sé lo que voy a comer hoy, así
que imagínate para saber lo que ocurrirá el año que viene", añadió.
En
las seis semanas de trabajo que aún le quedan a Mel como entrenador del
conjunto sevillano asegura que se lo va a poner muy complicado a sus rivales y,
que en los nueve partidos que le restan intentará cumplir el objetico del Betis
para que termine en Primera División.
Respecto
a las ausencias, adelantó que Paulao está descartado definitivamente y que aún
es duda Fabricio, debido a que arrastra un golpe en el dedo y no ha mejorado.
También comentó que en esta semana tanto Beñat como Iriney entrenaron con el
grupo por primera vez esta mañana, por lo que sería muy arriesgado que jugasen,
aunque están esperando a que transcurran las 24 exigidas para tomar decisiones
y dar la convocatoria, la cual se facilitará mañana antes de partir la epedición
hacia Málaga.
Sobre
las bajas en la defensa explicó que tendrá que apostar por la gente joven.
"Me acuerdo todos los días de Miki Roqué, que nos vendría muy bien. Un
central espectacular, que está pasando unos momentos muy duros. Ahora me
acuerdo más de él con fuerza. Lo importante es que tengamos gente para
competir", añadía emocionado.
Preguntado
por los canteranos, habló de Damiá, el cual ha estado durante laesta semana con
el equipo debido a las dudas de Beñat e Iriney. "Lo normal es que Damián
vaya convocado con el B. Súper sí va a venir con nosotros y puede venir alguien
más. Tampoco vamos a tener a Álex Martínez ni en el primer equipo ni en el
Betis B", adelantó el técnico.
Sobre Pozuelo, el técnico se mostró sincero y sus palabras exactas fueron:
"No tengo nada que decir. Soy el entrenador que ha hecho que Pozuelo esté
en Primera muchos partidos. No sé si con otro entrenador hubiera debutado tan
rápido. Sabe la confianza plena que tengo en él. Está en formación".
De
su próximo rival, el Málaga, analizó que tiene bastantes bajas, aunque aseguró
que los jugadores que tiene disponibles
ya los quisieran el resto de los equipos. "Los partidos duran más de 90
minutos, y hemos ganado y perdido puntos en esos minutos, al igual que nuestro
rival. Tenemos que tener intensidad hasta el final. En cualquier jugada podemos
ganar o perder el partido. La Liga está muy apretada".
Mel
quiere estar concentrado cien por cien en este partido, y en todos los que
vienen, porque ya todos son finales, y aunque si es importante los resultados
de los rivales, no quiere distraerse en los demás: "Tenemos que olvidarnos
de esto y centrarnos en lo que depende de nosotros. Mi trabajo es intentar
prepararlos lo mejor posible y que vean el futuro con optimismo. Nuestra situación
no es cómoda. No debemos caer en la tentación de que todo esté hecho y que es
una distancia insalvable".
Antes
de finalizar la comparecencia ante los medios, el madrileño quiso destacar que
tanto él como su equipo son conscientes de que son un conjunto preparado para
el sufrimiento, "Vamos a sufrir todos, incluidos el Madrid y el Barça,
para conseguir cada punto. Todos los partidos van a ser sufridos y
peleados", concluyó el bético.
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