El Tribunal de Cuentas ha citado para el próximo 25 de septiembre al expresidente de la Generalitat Artur Mas dentro de la
investigación que tiene abierta para dilucidar responsabilidades por la consulta soberanista del 9 de noviembre de 2014 y, en su
caso, reclamarle el dinero público que se gastó en aquella consulta, que podría superar los cinco millones de euros.
Según han informado a Europa Press fuentes del PDeCAT, la citación tiene
como objetivo solicitarle el pago de una fianza
para garantizar que podrá
afrontar la condena en el caso de que ésta nalmente
se produzca.
En concreto, el tribunal cita a Mas seis días antes del 1 de octubre, cuando
está prevista una nueva consulta independentista en Cataluña. Junto al
expresidente catalán el Tribunal de Cuentas también investiga a su
exvicepresidenta Joana Ortega, a la exconsejera de Educación Irene Rigau
y al exconsejero de Presidencia Francesc Homs.
En el caso de que no abonen las cantidades que el tribunal les reclame,
podrá procederse al embargo de los bienes y cuentas de los investigados
en esta causa.
Según informan varios medios de comunicación, además de a Mas,
Ortega, Rigau y Homs, el tribunal ha citado para el mismo día y con el
mismo fin
a otros siete exaltos cargos de la Generalitat que participaron
en la organización de los gastos para el referéndum del 9-N.
Se trata del exsecretario general de la Presidencia de la Generalitat Jordi Vilajoana y de Lluis Bertrán i Saura, Josena
Valls i Villa,
Carolina Pardo Miguel, Jaume Domingo i Planas, lgnasi Genovés i Avellana, Jordi Serra i Catalán y Jordi Vilajoana i Rovira.
USO IRREGULAR
Esta investigación, que el tribunal decidió activar el pasado 19 de julio, tiene su origen en una denuncia fue presentada por Societat
Civil Catalana (SCC) y la Asociación de Abogados Catalanes por considerar que, aunque Mas y sus consejeros ya fueron condenados
por desobedecer al Tribunal Constitucional al organizar aquella consulta de 2014, ello no les exime de su responsabilidad contable
por el uso irregular de dinero público.
El procedimiento, en el que está personada la Abogacía del Estado, tiene como objetivo contrastar la denuncia de los colectivos
catalanes para determinar las responsabilidades contables de Artur Mas y sus consejeros y, en su caso, reclamar su reintegro al
Tesoro.
En concreto, los denunciantes individualizaban una serie de gastos públicos por un importe global de más de 5 millones de euros:
construcción de una página web institucional (14.837.60 euros); material para la votación (70.532,08 euros); adquisición de
ordenadores portátiles para las mesas de votación (828.171,42 euros); póliza aseguradora para voluntarios (1.409,26 euros); apoyo
informático a la consulta (1.106.185,77 euros) y envío de información (307.962,71 euros).
Las asociaciones acusaron a Mas y a sus exconsejeros de facilitar la logística y todos los medios los medios materiales y
presupuestarios necesarios para la realización de la consulta popular, "por lo que destinaron caudales y efectos públicos puestos a su cargo para una finalidad ajena a las competencias y funciones públicas que tenían encomendadas, que aunque amplias, lógicamente, no eran ilimitadas".
También señalaron en su denuncia como objeto de responsabilidad contable el hecho de que los dirigentes denunciados
ordenaran a subordinados y entes públicos dependientes, cada uno dentro del ámbito de su ámbito de responsabilidad
institucional, "la aplicación económica de fondos públicos por un importe no inferior a 5.129.833 euros para realizar un conjunto de
actuaciones en abierta y franca contradicción con la Constitución, desprovistas de soporte presupuestario por desborde
competencial, y desobedeciendo la orden de suspensión que había decretado el Tribunal Constitucional".
INHABILITADOS POR EL SUPREMO
Este procedimiento contable se suma a las condenas de los cuatro políticos catalanes, que ya fueron sentenciados por la vía penal.
Por un lado, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) condenó a dos años de inhabilitación a Artur Mas y a nueve meses a
las consejeras Ortega y Rigau por desobedecer al Tribunal Constitucional con la consulta independentista celebrada el 9 de
noviembre de 2014. Por su parte, Francesc Homs fue juzgado por el Tribunal Supremo en calidad de aforado por su condición de
diputado e igualmente condenado a un año y un mes de inhabilitación por los mismos hechos.
En su resolución el Tribunal Supremo precisó que limitaba su ámbito de conocimiento a los delitos por los que se le acusaba y no
se cuestionaba si la aplicación económica de los fondos públicos tiene relevancia penal. Por ese motivo no entró a valorar si había
existido malversación de fondos públicos con la organización de la consulta, que supuso un desembolso para las arcas públicas de
5 millones de euros
|