Socha (Firma colectiva)
La Operación se divide en cinco ámbitos, totalmente independientes
entre ellos. La asunción de cargas en cada ámbito será independiente. Cada
uno pagará lo suyo. Se dice en el punto 15; y, se supone, el BBVA no sabe
como agradecérselo al Ayuntamiento o a sus negociadores. Habrá una
modificación del Plan General Urbano (PGU). Se especifican los metros
cuadrados edificables en cada ámbito con sólo el 20% para vivienda protegida
(v.p.). Analizando los 17 puntos, descubrimos la comedia que vendieron a los
ciudadanos cuando acababa el mes de julio. Gran negocio para Distrito
Castellana Norte (DCN), participado por el BBVA y Constructora San José; y
aleluyas e incluso portadas rutilantes para el Ayuntamiento y la alcaldesa
Carmena. ¡Ay, Carmena!
Nos fuimos a disfrutar del verano creyendo que la Operación Chamartín
estaba diseñada y a la vuelta nos encontramos con que no es así. Nos
engañaron en la presentación del llamado acuerdo “Madrid, Nuevo Norte”, con
el que se trata de relanzar la Operación Chamartín. Existe un acuerdo oculto
de 17 puntos por el que piensan regirse DCN y el Ayuntamiento de Carmena y
Calvo. Difícil es ocultar la humedad que produce una fuga de agua. Más difícil
es ocultar los afanes en los negocios. Siempre hay alguien que pierde. Aunque
esté en el bando ganador, hay quien no se siente recompensado como cree
que merece y saca la humedad a revisar. Eso ha ocurrido con el pacto sobre la
Operación Chamartín. Se guardaron los acuerdos privados, pero alguien los ha
sacado a la luz. Repasando los acuerdos anunciados por el Ministerio de
Fomento, DCN y el Ayuntamiento, lo hemos visto: hay humedades en el techo.
Hemos vuelto a analizar los afanes y comportamientos de los que
habían pactado la Operación Chamartín. Dieron el sí, alumbraron lo que
tomamos por un parto de los montes distinto al ratón de la fábula de Esopo. Lo
bautizaron como ‘Madrid, Nuevo Norte’. Pero la información que se dio era tan
singular que, por necesidad más que por curiosidad, había que analizar qué se
había hecho, hacia dónde se pretendía ir, cuáles eran los acuerdos ocultos que
existían tras la rueda de prensa, qué pretendían individualmente los que
pactaban, y qué iba a suponer para Madrid y sus ciudadanos los acuerdos que
allí se vendieron. Nos pusimos a investigar. Llamadas a canales de
información. Búsquedas en los Portales de Transparencia del Ministerio de
Fomento y Ayuntamiento. Nada de nada. Dicen que ‘cuelgan’ la información y
no es verdad. Falso. “Sí, esto es un portal de transparencia, pero no puedo
decirle más de lo sé, y no sé nada” te despachaban con toda naturalidad. “Lo
habrán pactado, pero... Llame en unos días, a la vuelta de vacaciones”. “Mi jefe
está de vacaciones, no hay más que la Nota de Prensa”. (Y dice lo que dice).
Te endilgaban sin más los que debían informar. Eso quienes atienden, que se
agradece. Otros ni eso. A buen entendedor…
Pero, como con las humedades, detectamos algo. Inyectamos
curiosidad. Compartimos noticias y algo más. Ahuyentamos intoxicaciones.
Prescindimos de palabras hueras. Y apareció: La que llamaron ‘La Tostá’.
Alguien nos puso en la senda de los 17 puntos ocultos del último acuerdo
sobre la Operación Chamartín. Fue consecuencia del capítulo anterior, (O. CH.
XXIV: el BBVA se ha bajado los pantalones…) donde usamos la frase de un
amigo de Béjar (BBVA) para definir el acuerdo. Como fruto, cuatro folios con
los 17 puntos guardados bajo llave en algún despacho del que no nos
olvidamos.
Se titula ‘Bases para la Ordenación Urbanística del Área de la Estación
de Chamartín’. Con esas bases se resume un acuerdo, entre ADIF, DCN y
Ayuntamiento, muy parecido a un proyecto conocido y cercano a un despacho
municipal en el que nos hablaron de Olvido Álvarez. Aunque se titule así,
parece que ADIF, esto es, Juan Bravo, ¡qué listo!, se ha desligado de los
acuerdos. Que lo haga el BBVA con la izquierda municipal, y ya les daremos
caña, deben pensar en la derecha política.
Empiezan los acuerdos con el instrumento de Planeamiento elegido para
la operación; y los plazos. Modificación puntual del Plan General, en que se
empieza a trabajar en el 4ª trimestre de 2017. O sea, ya, cualquier día de
estos. Planteamiento inicial en enero de 2018. Y aprobación definitiva en el
último trimestre del mismo año. Vamos rápido. En su momento, no nos
distraigamos hoy, habrá que entrar en el porqué de estos plazos.
El punto segundo cambia todo el organigrama de la Operación. Nos
habían vendido que habría tres partes: Estación, Norte de la M-30 y Sur de la
M-30. Pues no, son cinco áreas independientes, tanto en beneficios como en
cargas. Ámbitos independientes. Aquí está la madre del cordero, para estudiar
despacio en otro capítulo. De momento, una conclusión: Esto es capitalismo
puro y duro. ¿Como cesión de la izquierda ideológica a DCN (banco más
constructora), o como condición impuesta por DCN (BBVA-Constructora San
José) a la izquierda municipal? Carmena, Podemos y PSOE ¡Ay, Carmena!
Otros apartados se ocupan de: Que los suelos ferroviarios y el nudo
Norte de la M-30 queden excluidos de los cinco ámbitos. Que la Estación de
Chamartín entre en la transformación urbanística. Que en el resto sólo entren
los terrenos sin vías férreas. Y de los cantos al sol, para usar e interpretar,
tanto da. Como ejemplos: El apartado 4º que anuncia una articulación modélica
del plan (Faltaría más). O el 6º, hay intención de hacerlo muy bien, convertido
en aleluya para uso y consumo propios ¡Ay, Carmena!
El apartado 5 señala los ámbitos de actuación: 1.- Centro de Negocios
Chamartín. 2.-Estación de Chamartín. 3.- Fuencarral-Malmea. 4.- Fuencarral-
Tres Olivos. 5.- Fuencarral-Las Tablas.
El apartado 8, con forma de cuadro de especificidades para cada ámbito,
se ocupa de Zonas verdes, Redes públicas y Equipamientos. Se marca
también, resaltado, que sobre la losa de las vías férreas habrá sólo zonas
verdes. Que se destinan 500.000 m2 para cocheras de la E.M.T. en la zona del
Centro de Negocios. Como lo leen, en esa zona, acaso como cesión o guiño.
Esperar para ver si se convierte en realidad.
En el apartado 9 se especifican las extensiones de cada ámbito. Son
datos de interés: Centro de Negocios 1.500.000 m2, con 300.000 m2 para
viviendas (20% vivienda protegida), y 1.200.000 m2 para uso terciario. Estación
de Chamartín 150.000 m2 para uso terciario. Fuencarral-Malmea 150.00 m2 de
uso terciario y 300.000 m2 de vivienda residencial. Fuencarral-Tres Olivos
100.000 m2 de uso terciario y el resto para vivienda (20% v.p.). Fuencarral-Las
Tablas 130.000 m2 de terciario y 75.000 m2 de residencial (20% v.p.).
Al respecto, cabe apuntar que el 20 % pactado para v.p. es anómalo
(acaso concesión o imposición), porque para v.p. normalmente se destina el
50%. Ésta es una excepción que favorece a DCN. Se ha apuntado que el 20 %
de v.p. ha supuesto un aumento sobre el 10 % previsto en el antiguo proyecto
de DCN. Es cierto, pero el porcentaje habitual en Madrid es el 50 %.
También se apunta (apartados 9 y 10) que las cesiones al Ayuntamiento
se harán sólo con superficies catalogadas para v.p. (viviendas protegidas, que
no interfieren el negocio). Y que los suelos de la Estación serán ‘desafectados’;
es éste un concepto complejo que interfiere en los derechos de los antiguos
propietarios (reversionistas); y que merecerá alguna reflexión en su momento.
Con el apartado 11 se evita la definición puntual. En él se opta por Áreas
de Planeamiento Específico (APE) y se desechan las Áreas de Planeamiento
Reducido (APR). Con ello, parece, se ha salvado el enconamiento negociador
optando por una indefinición que remite a fechas posteriores.
En el apartado 12 se fija un sistema de ejecución por compensación, no
expropiación ni cooperación. Parece algo baladí. No lo es si, prescindiendo de
dineros y beneficios, se atiende a cuestiones ideológicas en un ayuntamiento
de izquierdas, se rectifica lo propuesto por la izquierda municipal pasada (en
1985 optó por la expropiación) y a quienes entonces y ahora, como actores o
espectadores, estuvieron o están en el asunto (Por conocido, sobran nombres).
Como final: Al Sur de la M-30, el Centro de Negocios tendrá “tipologías
edificatorias singulares en altura y normas edificatorias urbanísticas
específicas”, se dice textualmente (apartado 13). Al Norte de la M-30, “los usos
genéricos serán residenciales con presencia de actividad económica mixta”
(texto literal en apartado 14). DCN participará en las obras de Metro y del Canal
de Isabel II (apartado 16). Y el sistema articulará un Pasillo Verde en la zona.
Para ver si el acuerdo satisface las expectativas abiertas cuando en
enero de 2017 se habló de relanzar la Operación Chamartín, unas apostillas:
Los 17 puntos son interesantes; y muy particulares. Da la sensación de que el
Ayuntamiento, ante el “O lo hacemos así, o me retiro y ahí os quedáis” (posible
de DCN), aceptó. La alcaldesa, ante un calendario inexorable y adverso (por su
edad), tuvo que optar. Por eso, este acuerdo; y la forma de exponerlo. Con ello,
el ciudadano madrileño ha quedado relegado por una administración municipal
a priori de izquierdas y con obligación de procurar los intereses generales.
Gran negocio para el BBVA y aleluyas para el Ayuntamiento. Veremos quién se
beneficia y cómo. PP, Ciudadanos y PSOE parece que han estado de
comparsas, o ni eso. ADIF y Fomento han dejado hacer..., o se han dejado.
Buscaremos pormenores. Y lo contaremos.
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