La gloria del Sábado Santo impregnó al Betis con una goleada (3-1)

Siempre que hablamos del Betis sabemos que puede ocurrir cualquier cosa, y si hace menos de dos semanas se hablaba ya de que un color oscuro bañaba al equipo verdiblanco, tras la victoria en Málaga y la reválida de este Sábado de Pasión, el Villamarín se cubrió de "Gloria" venciendo al Villarreal por 3-1.

El once heliopolitano volvió a dar la cara ante un rival directo, que ante un serio y clave partido supo aprovechar las oportunidades. El Betis aumentó la distancia a diez puntos con los tres puestos de descenso y se afianza en la categotía como duodécimo, un buen preludio de salvación que aún para Pepe Mel no es la Resurrección. Los hombres de Pepe Mel aún no están totalmente confiados y saben de la importancia de su próximo rival.

El Betis encaró el partido con la máxima intensidad y vivió la visita del "submarino amarillo" como una competición.

A las primeras de cambio, el equipo castellonense merodeó la zona peligrosa del rival, y a más de cumplir las expectativas, poco a poco se fue alejando del área verdiblanca.Una mala salida de Fabricio, al cual se le escapó el balón de entre las piernas a punto estuvo de costarle el primer gol. Siendo Marco Rubén el jugador más cercano que no encontró el remate para realizar el primer tanto del Villarreal.

Las sensaciones estuvieron marcadas en su mayoría por el conjunto sevillano, que mostró poder continuar con la racha de tres jornadas consecutivas sin concocer la derrota. Los jugadores dieron un paso adelante y disfrutaron del partido sin agobios, afortunadamente para ellos consiguiendo el primer tanto gracias al paraguayo Roque Santa Cruz, quien aprovechó un rechace de Diego López en el minuto 34.

El Betis no desaprovechó ninguna nueva oportunidad y superó a su rival con una distancia definitiva consiguiendo su segundo tanto en el minuyo 37 debido a Rubén Castro. El canario picó el balón ante la salida del portero del conjunto castellonense.

Lotina, que había conseguido hasta ahora que el submarino saliese a flote e irdesmarcándose de los puestos de descenso, no pudo recuperar el partido y consiguió en el Villamarín su primera derrota como técnico del Villarreal. Un equipo con problemas, al cual se vió demasiado fatigado.

El técnico castellonense jugó con el sistema 1-4-4-2. El portero indiscutible a sus 30 años, Diego López. La línea defensiva formada por Mario en la derecha, Oriol en la izquierda y la pareja Musacchio - Gonzalo en el centro de la defensa. El doble pivote lo conformaron Bruno y Senna, sin duda el que mejor golpeó tuvo a pesar de sus 35 años. En las bandas, jugando mucho por dentro Cani y Borja Valero, el motor del equipo. Y en la punta Marco Rubén y Ángel de interior.

En la segunda mitad, Beñat, tras una buen asistencia de Rubén, el vasco hizo el tercero para los suyos ante la incredulidad de Diego López.

En el minuto 65, el jugador del Villarreal Ángel fue expulsado por doble amarilla, destrozando así a un equipo que lo tenía todo perdido ya. Los béticos siguieron teniendo buenos momentos encontrándose muy cómodos en el terreno de juego y con varias ocasiones de volver a marcar.

En el descuento, justo en el minuto 92, Marco Rube consiguió no dejar a cero el marcados para su equipo convirtiendo un penalti absurdo de Fabricio en un tanto que consoló algo a los de Lotina.