El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, lamentó este miércoles que el mercado tiene una impresión equivocada del sistema financiero español y afirmó que el caso de Bankia no es extrapolable al conjunto del sistema financiero.
Durante su comparecencia a petición propia en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, De Guindos apuntó que tras el ejercicio de transparencia que se va a llevar a cabo se va a corregir la percepción que tienen los mercados "no basada en la objetividad".
"La especificidad de Bankia no se puede extrapolar al resto del sistema financiero español", aseveró el titular de Economía y Competitividad.
Según explicó, sólo el 30% del sistema financiero español tiene algún problema y Bankia representa la mayoría de ese porcentaje, mientras el resto corresponde a las otras entidades intervenidas por el Frob.
No obstante, De Guindos se mostró convencido de que las decisiones que se han tomado en relación a la entidad "son la mejor manera de disipar las dudas sobre la solvencia del sistema financiero español".
Con ello, prosiguió el ministro, tras un ejercicio de transparencia "se corregirá la percepción que con frecuencia se tiene sobre las entidades españolas, generalmente no basadas en información objetiva y fundada".
Pero De Guindos subrayó que el sistema financiero español es "muy heterogéneo" y "no todas las entidades tienen la misma capacidad de hacer frente a las exigencias de mayores provisiones".
Este refuerzo en las dotaciones supondrá para el Grupo BFA-Bankia un esfuerzo en provisiones por valor de 7.100 millones de euros, que "no podrá financiarlos enteramente con cargo a su cuenta de resultados y ello impone unas importantes necesidades de capital a la entidad".
El titular de Economía reconoce que el Banco de España aprobó el plan presentado por las entidades el día 17 de abril de 2012, pero introduciendo "determinados condicionantes y exigencias adicionales" en el caso de BFA-Bankia, en concreto, medidas de racionalización y fortalecimiento de las estructuras de administración y gestión, aumentando su profesionalización, así como un programa de desinversiones.
"El Banco de España consideraba que estas actuaciones adicionales deberían servir para reforzar la solidez de la entidad y restaurar la plena confianza del mercado", precisó el ministro.
De Guindos quiso dejar claro que la conversión de las participaciones preferentes en acciones "es la única herramienta de la que dispone el Frob para posibilitar la recuperación de todo o parte del dinero aportado a BFA-Bankia en diciembre de 2010, tras el correspondiente plan de saneamiento".
Así, dicha conversión permitirá al Estado garantizarse los suficientes derechos políticos en el grupo como para poder controlar este proceso de saneamiento, de acuerdo con el nuevo equipo de gestión.
"No cabe duda de que los reales decretos han influido de manera decidida en el desenlace de la situación del grupo BFA-Bankia", dijo De Guindos, tras añadir que pasará a ser controlado por el Frob en cuanto se produzca la efectiva conversión de las participaciones preferentes.
En ese momento, y ya bajo el control del Frob, el Gobierno procederá a recapitalizar un "banco público", BFA, con el objetivo de dar cumplimiento pleno a la totalidad de requerimientos de capital y aprovisionamiento de las autoridades regulatorias.
Después de la inyección de capital, apuntó el ministro, "el Grupo BFA-Bankia será un banco controlado por el Estado y una de las entidades más solventes y saneadas, de forma que pueda aprovechar todo el potencial de crecimiento y rentabilidad de la entidad".
En cuanto al plan previsto para la entidad, lo primero, a juicio del responsable de Economía, sería facilitar una transición ordenada en la gestión de BFA-Bankia y permitir su enajenación en el plazo más breve posible, una vez saneada, con el fin de conseguir la recuperación de los fondos públicos invertidos.
En segundo lugar, De Guindos velará para que la gestión se lleve a cabo por "un equipo de gerentes profesionales de la banca con amplia experiencia en el sector y de reconocida reputación".
A su juicio, el nuevo presidente, José Ignacio Goirigolzarri, "reúne ambos requisitos y el Gobierno confía en él y en el equipo por él designado para llevar a cabo los planes de reestructuración".
"La gestión profesionalizada es uno de los requisitos imprescindibles para atraer futuros inversores y garantizar la viabilidad de la entidad", señaló, tras advertir que se renovarán los Consejos de Administración de Bankia y de BFA "con profesionales de reconocido prestigio, reduciéndose el número de consejeros y optando por personas independientes".
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