El negocio de los juegos al azar en los casinos va despacio por la economía que todavía anda cacheteando a la clase media, por lo tanto, la noticia de que se iba a montar un cuadrilátero en media calle, en pleno ombligo de la semana, causó curiosidad en todos los que laboramos en los establecimientos a la redonda. Se decía que un anfitrión del hotel D se midió a golpes con un semejante, y en vez de despedirlo, se les ocurrió la idea de que arreglara sus diferencias en un ring, con todo el reglamento de seguridad, guantes, careta, protector bucal y esquina de asesoramiento. Así que ni tardo ni perezoso Derek Stevens dueño del casino que hace apenas unos meses todavía se llamaba Fitzgeralds, y también socio mayoritario del Golden Gate con su nueva faceta de cambios en la estructura, puso manos a la obra y contrató los servicios del gimnasio Berrys con todo y establo de peleadores aficionados incluyendo un par de chicas bravas que no se andan por las ramas y estas si que derramaron sangre pero sin llegar al nocaut.
En fin se armó la trifulca para respaldo del anfitrión de casino, de categoría semipesada que generó tanto alboroto por saber tirar dos que tres trompadas con estilo aunque callejeras, como es un buen elemento que sabe hacer su trabajo con experiencia con clientela de alcurnia y en bien del negocio. El resultado fue que en toda la acera del frente del Golden Gate, no se podía ni caminar, había algunas mesas en ringside para invitados de lujo y el escenario de la música siguió su rutina de siempre, con las lindas chicas bartenders en paños menores dando el toque mágico del deporte de fistiada, al igual los cantineros malabaristas que estuvieron tan ocupados, que poco tiempo tuvieron para demostrar sus talentos al aventar las botellas al viento.
Volviendo a las guantadas de cuero, esta vez si le pudieron devolver el favor violento al tal Steve Cyr, con la misma moneda y al cierre del reñido combate, el ganador recibió un cinturón de orgullo, cortesía del dueño del Golden Gate,
Como dije, la avenida Fremont durante la mañana del miércoles 23 de mayo estuvo prácticamente como El Llanero, (solitaria) pero para eso de las 6 poniente meridiano, ya estaban reunidos todos los rostros que están involucrados de una u otra forma en el boxeo, como los dueños de gimnasios, entrenadores, manejadores, peleadores profesionales y por supuesto aparte de los participantes hubo otros muchachos amateur de encuentros estuvieron pactados a tres asaltos y hubo adrenalina con el cloroformo al acecho pero no se dio y no les voy a contar las muelas, porque no se los nombres de todos los que participaron, pero les prometo que mañana a primera hora voy a indagar los pormenores del evento, pero ustedes mismos pueden juzgar la velada por las imágenes que lo soy todo. Y ahora si carnalitos, ni modo que digan que no… ¡Viva Las Vegas! ¡Viva el boxeo!
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