Las recomendaciones del FMI han sido acogidas relativamente bien por el gobierno, ya que nuestro ejecutivo encuentra “aspectos positivos” en el hecho de que el informe reconozca el acertado camino emprendido por el gobierno con la nueva reforma laboral y la reducción del déficit.
Sin embargo, la realidad es que las recomendaciones del FMI van mucho mas allá que las acciones emprendidas por el gobierno y pide claramente un aumento de los ingresos con una medida efectiva, incremento del IVA y una reducción de los gastos con una medida también tangible, la reducción salarial a los funcionarios.
¿Qué significan estas medidas para la empresa española?
En primer lugar, un aviso claro de que los empresarios tenemos, al igual que recomienda el FMI, tomar medidas que atajan el problema real de nuestra falta de ingresos o del exceso de costes, en otras palabras, que no valen ni acciones a medio gas o a medio plazo ni por supuesto, quedarnos paralizados a ver si escampa.
Siempre habrá voces que nos hablaran de razones para no actuar o para actuar a medias, al menos, tenemos que buscar, primero de todo, el aumento de los ingresos explotando al máximo nuestros procesos de venta actuales y el potencial de nuestro catalogo de producto y servicios. Probablemente, este aumento de ingresos no será ahora vía aumento de precios, pero seguro que vendrá si somos capaces de tener una mayor adaptación a las necesidades actuales de los clientes.
Una vez explorada y maximizada nuestra capacidad de venta actual, entonces, buscaremos el aumento de los ingresos vía aumento del catalogo de productos e incluso nuevos clientes y nuevos mercados. No nos olvidemos que los clientes aún están ahí, posiblemente más asustados y más exigentes debido a la crisis pero no están muertos.
"Los clientes aún están ahí, posiblemente más asustados y más exigentes debido a la crisis pero no están muertos"Además, debemos revisar nuestros gastos para asegurarnos de que tenemos solo los gastos que están claramente relacionados con la obtención de ingresos, en otras palabras, son gastos inherentes al proceso de fabricación, administración, venta y prestación de servicios. Tenemos que hacer la prueba del algodón, preguntémonos objetivamente para cada partida de gasto que sí al eliminar ese gasto se resentirían los ingresos y si la respuesta es que no, lo más probable es que ese gasto no sea necesario.
A veces tenemos que ser más drásticos, si la situación lo exige, y entonces la pregunta es. ¿Sí al eliminar ese gasto se resentirían los ingresos a corto plazo? Si la respuesta es que no, quizás habría que reducir o eliminar ese gasto de forma temporal hasta que fuera necesario. Aquí, cabría incluso el ajuste salarial a la baja, en caso de necesidad para evitar el cierre de la empresa o una lenta agonía que acabaría en un cierre tarde o temprano.
En fin, ya lo dice el refranero español, obras son amores y no buenas razones
|