Nos citaron en Palo Alto, ¿dónde está?, ya empezamos, en @22, ¿dónde está?, ¿otra vez?, en Barcelona, en el distrito donde, por metro cuadrado, hay más empresas de comunicación, de arquitectura, de moda, de diseño o de publicidad que en el resto de la ciudad, bueno, pero, ¿qué es Palo Alto?
Cerca del mar
Palo Alto es un espacio verde, es como si estuvieras muy cerca del mar y en medio de la montaña pero en el centro creativo de Barcelona, Palo Alto es la casa en la que recaló el valenciano Javier Mariscal cuando decidió crear su estudio, era en el año 1989, aquello estaba derruido, cuatro maderas, una chimenea inmensa en estado de reconstrucción, mucho espacio de terreno y en una zona de la capital por la que nadie, absolutamente nadie, daba un duro por ella, porque la ciudad, su centro neurálgico, quedaba muy lejos, no llegaban los autobuses, no había ni farmacias, ni centros comerciales, ni tiendas para comprar el pan, ni para encontrar un melón, ni sandía, ni aceite, ni patatas, un desierto, pero Mariscal, como buen artista, bohemio y con una nariz fina para tirar adelante proyectos vivos, activos y con posibilidades, hizo de Palo Alto un paraíso, sí, de verdad, ¿no me creen?, doy fe, hace un día he estado allí y después de cuatro años de no haber pisado aquel terreno, me he dado cuenta de que sigue siendo el lugar ideal para alcanzar el nirvana.
Palo Alto, el nirvana
Trabajar en Palo Alto debe ser la repera, ¿por qué?, sencillo, está alejado de la polución, la arquitectura y la empresa en donde trabajan tiene luz natural y el jardín es el de las delicias, los trabajadores, en su poco rato libre para reponer fuerzas, bajan con su comida y a la sombra de una higuera, una parra con uvas o debajo de una palmera se libran del estrés y renuevan fuerzas. Es difícil trabajar en empresas de este estilo, con este nivel de paz.
Trabajar mucho para un minuto de gloria
Todos sabemos que el mundo de la creación no es fácil, hay que estar las 24 horas del días creando para concebir en un minuto algo que dará la vuelta al mundo e interesará a millones de personas, Javier Mariscal es un hombre mediterráneo, nació en Valencia, vive en Barcelona y trabaja en ese estudio del que estoy escribiendo todas estas historias para hacer salivar a la mayoría. Allí Mariscal ha creado infinidad de proyectos, el más recordado por la mayoría es Coby, la mascota de los JJ OO de Barcelona 92, mucho antes creó el logotipo Bar-Cel-Ona, la Gamba que, inmensa, luce en el Moll de la Fusta de Barcelona, y tantos y tantos proyectos internacionales que le reconocen en todo el mundo.
Dibujar antes de aprender hablar
Mariscal, que dibuja desde antes de aprender a hablar, crea unos personajes que se llaman los Garriris, Mariscal también colabora haciendo dibujos para diversas revistas, los Garriris, hay un libro editado explicando toda la historia y con profusión de imágenes, son dos ratones y un perro, Fermín, Piker y Julián, que se dan la vida padre deseando no hacer nada para tomar el sol, para tomar una copa, para enamorarse o desenamorarse. Mariscal, posee una creatividad de años que no deja respiro, últimamente creó, conjuntamente Fernando Trueba, una película de animación que transcurría en Cuba entre los años 40-50 y era la historia de amor de una pareja cubana que viaja constantemente y cuya música de fondo es de Bebo Valdés, con este film han cosechado multitud de premios y “Chico&Rita” llegó a Hollywood quedando finalista en los Óscar.
La esencia del Mediterráneo
En esta ocasión acudimos a la invitación de Codorníu que han encargado un spot a Mariscal, un spot fresco y dinámico para un cava que resume toda la esencia del Mediterráneo, su cultura, su arte y lo daban a conocer en verano, pues ahora es tiempo de salir y despojarse de prejuicios para lanzarnos un poco a la aventura del saber vivir. Querían dar a conocer su nuevo cava al que han llamado Mediterrania.
Cuando los de Codorníu presentaron la propuesta a Mariscal, según explicó el artista, le gustó la oferta, le gustó el hecho de poder hacer algo sin corsé, algo muy ágil.
El tándem creativo
Para estar mejor acompañado, la letra y los dibujos con música entran mucho mejor, llamó al Niño Josele: “Un artista que te llena, le dices-explica Mariscal-oye rasguea un poco en tu guitarra para que me llegué el rac, rac, rac al estómago y él va y da unos toques y te sientes muy bien”.
La presentación, con la presencia del encargado de marketing de Codorniu, Diego Lo Prete, Mariscal y el Niño Josele que llegó acompañado de dos músicos para que escucháramos la música en vivo del spot, fue una de las mejores que he vivido en años. Fue todo un canto a la vida, ajenos al tsunami que estamos viviendo con los bancos, con la falta de trabajo, allí todo eso quedó totalmente olvidado para ver la parte positiva del mundo de la creatividad.
El Niño Josele toca Cabo de Gata en directo
El Niño Josele se vistió de blanco y negro para tocar en directo, incluso se puso corbata, Mariscal, mientras el músico tocaba la guitarra, desde su taburete y a través de la pantalla nos dibujó lo que más le apetecía, el mar, ese Mediterráneo que la mayoría hemos mamado, la arena, un pez, tres gambas, un árbol importante que daba mucha sombra, dos perros, esos Julián tan propios del autor de los “garriri”, uno enfadado y otro muy contento, al que estaba rabioso “grrrrrrrrrrr” le pintó de azul y al que estaba con una admiración encima de la cabeza en rojo. Le puso pocas frases: “Vamos paya y olé, en azul otro olé, en rojo, el nombre de Josele en verde y azul cielo y la frase más larga decía: “Es Niño pero toca la guitarra como un abuelo. ¡Muy bueno¡”.
Mucha libertad
Dijo Mariscal que habían hecho una pieza audiovisual con mucha libertad: “con el mar….las olitas…..éstas se mueven, tiqui, tiqui, toco, toco, por eso era imprescindible la aportación del Niño Josele, todo nació en Formentera, en ese ambiente tan libre y en primavera, le decía a Josele tráeme una rumbita y él rumbita va, llegan las emociones. Con este cava bien fresquito un chico y una chica se enamoran o llega el amor al lado del Mediterráneo, da cosquilleos, kichi, michi, te quiero mucho, yo también te quiero para siempre, y luego se besan y bailan, la pareja baila porque está contenta, el amor pone a la gente contento, es algo muy chulo y el ambiente es apropiado, lo celebran con Mediterrania. Se oyen de nuevo las olas y Josele en el rasgueo de la guitarra va diciendo tan, tan, tan, tan, como me gusta este mar, este ambiente porque yo nací en el Mediterráneo” (aquí imita a Serrat cuando canta “Mediterráneo”)
Seis botellas inspiradas en el Mediterráneo
Josele toca Cabo de Gata, es inmenso, llega, llega, al corazón tac, tac, toc, toooooc, como diría Mariscal y los datos del Cava ya importan poco, sabemos que son del Penedés, de toda la vida, más que centenarios y que Mariscal ha realizado seis botellas distintas cuyo leitmotiv son los colores mediterráneos, pero el continente siempre es el del cava Mediterrania que es sabroso, fresquito y que en esa botella, tanto en el interior como en el exterior, está toda la cultura que tanto amamos y que en verano tanto se agradece, el sol, el mar, peces y las sombras, la arena de la playa y el amor de esa pareja que baila con la música del Niño Josele embutidos en trajes coloristas como nos gustan a los que amamos la vida dinámica, la protagonista, una morena con hechuras, viste un traje rojo y el chico una camisa verde suave.
Ahora se cobra la mitad de la mitad
Por hacer este trabajo Mariscal y el Niño Josele han cobrado, naturalmente, aunque Mariscal fue bien claro: “Este trabajo si lo hubiésemos realizado hace cinco años les hubiésemos pegado un palo fuerte a los clientes, ahora, como en todas partes, hemos cobrado, pero la mitad de la mitad”.
El jefe de marketing de Codorníu no negó que si este proyecto gusta el próximo verano haya continuidad con otra historia.
De momento, ahí está el cava, la magistral rumbita de Josele, y el trabajo de Mariscal chulísimooooooooo.
Para que todo acabara felizzzzmente en los jardines de Palo Alto degustamos una comida esencialmente Mediterránea, final feliz, con la paellaaaaaaa valenciana, regada con el fresquito cava y hasta pronto besos mua, mua, mua, mua, mua