La Sociedad Deportiva Huesca logró puntuar este viernes en El Molinón (1-1) e impidió que su rival, el Sporting de Gijón, se alzase en solitario y provisionalmente al liderato de la Liga 123 después de que los oscenses frenasen una racha de dos victorias consecutivas del cuadro asturiano.
Se adelantó el cuadro de Paco Herrera con un tanto de Carlos Carmona a los 52 minutos, pero Gonzalo Melero igualó la contienda a media hora para el final e incluso el Huesca, en los últimos minutos, pudo haber firmado el segundo para asaltar el templo gijonés.
De esta forma, ambos conjuntos mantienen su posición privilegiada en los primeros puestos de la tabla. El Sporting, segundo, mientras que el Huesca -que suma cinco jornadas sin perder- se sitúa en la quinta posición a la espera de que este fin de semana se complete el décimo capítulo liguero.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.