El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, António
Guterres, expresó el sábado su consternación por las dramáticas cifras
de personas que están huyendo de sus hogares en Siria. “Con la
propagación de la violencia mortal, estoy profundamente preocupado por
los miles de civiles sirios y refugiados que se han visto obligados a
huir de sus hogares”, comentó.
Las informaciones apuntan a que entre 8.500 y 30.000 personas habrían cruzado la frontera entre las jornadas del viernes y el sábado. En consulta con las autoridades gubernamentales, la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y sus socios están ahora en la zona verificando las cifras e identificando los casos y las necesidades de los recién llegados de Siria, poniendo especial atención en las personas más vulnerables que puedan necesitar asistencia inmediata.
Un millón de desplazados internos Dada la rápida evolución de la situación, no es posible dar un número preciso de desplazados en Siria. La semana pasada se estimaba que un millón de personas podrían haberse visto obligadas a desplazarse dentro del país desde que comenzó el conflicto. En general, muchos sirios se están quedando sin recursos y están acudiendo cada vez más en busca de ayuda a la Media Luna Roja y a otras organizaciones.
Miles de refugiados, sobre todo iraquíes que están viviendo en el suburbio de Seida Zeinab, en Damasco, han tenido que abandonar sus hogares por la violencia y por las amenazas recibidas estos días. Al menos 2.000 personas han buscado refugio en el barrio de Jaramana, en escuelas y parques. Muchos sirios también se están trasladando allí.
“Temo por la seguridad de los civiles atrapados en la violencia en Damasco, entre la que se encuentra también una gran población de refugiados iraquíes que vive allí”, dijo Guterres. Según la información de la que dispone la Agencia de la ONU, la semana pasada una familia iraquí de siete miembros fue encontrada asesinada en su apartamento de Damasco y otros tres refugiados murieron por los tiroteos.
En los últimos dos días, la organización ha ofrecido ayuda económica a los refugiados que necesitaban dinero para alquilar apartamentos, en caso de que pudieran encontrarlos, y para comprar productos esenciales para el hogar, aunque las tiendas están cerradas en muchos sitios y comprar lo más básico supone todo un reto. Está prevista la distribución de más ayuda en los próximos días.
En Siria hay más de 88.000 refugiados iraquíes registrados, la mayoría de los cuales residen en Damasco, así como unos 8.000 refugiados de otras nacionalidades. Más de 13.000 iraquíes abandonaron Siria en el primer semestre de 2012, muchos de los cuales ha regresado a Irak.
Mientras tanto, la operación de Acnur en Siria ampliará el envío de asistencia humanitaria de 125.000 a 175.000 beneficiarios en respuesta al creciente número de personas que necesitan ayuda en el país. Hasta la fecha, la mayor parte de la ayuda ha sido distribuida por los voluntarios de la Media Luna Roja Siria a las personas más vulnerables en las zonas rurales de Damasco, Alepo y Al Hassakeh.
Según las estadísticas, al 18 de julio había 120.000 refugiados sirios que habían buscado protección en Jordania, Líbano, Irak y Turquía. Según estimaciones del gobierno las cifras son mucho más elevadas. “Estoy muy agradecido a Jordania, Líbano, Irak y Turquía por haber mantenido sus fronteras abiertas”, afirmó António Guterres.
Faltan fondos Dos semanas después del lanzamiento del Plan Regional de Respuesta revisado para los Refugiados Sirios, que engloba las necesidades de siete agencias de Naciones Unidas y 36 ONG socias para asistir a los refugiados, el plan, por un importe de 193 millones de dólares, sólo ha recibido el 26% de los fondos. Por otro lado, el Plan de Respuesta de Asistencia Humanitaria para Siria, un llamamiento interagencial liderado por la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) para apoyar a los sirios afectados dentro del país (desplazados internos), ha recibido tan sólo 38 millones de dólares de los 180 que se requieren.
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