El Lugo ha vuelto a firmar una victoria en el último suspiro, esta vez en el minuto 93 y ante el Alcorcón en Santo Domingo (0-1), en el último duelo de la décima jornada de LaLiga 1,2,3, un resultado que deja a los gallegos en la segunda posición de la tabla empatados a 19 puntos con Osasuna.
Como ya sucediera en los partidos ligueros ante el FC Barcelona B y ante el Real Zaragoza, los de Francisco tuvieron que aguardar al descuento para rescatar tres puntos. En esta ocasión, el héroe no fue Iriome González, sino el defensa Ignasi Miquel, al rematar de cabeza un saque de falta.
Todo ello en un encuentro que comenzó con un minuto de silencio en memoria de los cuatro fallecidos por la ola de incendios que azota Galicia. De esta manera, los lucenses, con su segundo triunfo seguido, suman 19 puntos, los mismos que el líder Osasuna, mientras que los alfareros se hunden en la antepenúltima posición (9).
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.