El próximo recibo del Impuesto Sobre Bienes Inmuebles (IBI) será "hasta un 10% más caro"
que el de este año. Así lo asegura Emilio López García, experto en impuestos en la consultora Lowendalmasaï: "La falta de recursos en las administraciones locales ha llevado a muchas de ellas a establecer importantes subidas de sus tasas, que no sólo afectan a los particulares sino también a las empresas".
El aumento se debe a la última revisión al alza del valor catastral hecha por el Gobierno y a la subida de los tipos impositivos que
aplica cada ayuntamiento. En este sentido, Valencia, Sevilla y Bilbao serán algunas de las ciudades con los impuestos más elevados. En cuanto a valores catastrales, está previso que en Palma de Mallorca se incrementen una media del 80%, según la consultora F. Iniciativas.
Imposición inadecuada López García
subraya que, de acuerdo con su experiencia, "el 90% de los inmuebles
auditados tienen una imposición inadecuada",
es decir, que están tributando "por un importe superior al que
deberían tener". El valor del suelo es asignado por las gerencias del Catastro -pertenecientes al Ministerio de Hacienda- en base a parámetros técnicos y estadísticos estimativos como coeficientes, superficies y valores de repercusión que a menudo son erróneos.
El valor catastral sirve de base imponible para
otros impuestos como el de transmisiones patrimoniales (ITP), el que se aplica sobre el incremento del valor de los terrenos
urbanos (Plusvalia) o
determinadas tasas locales como las basuras y el alcantarillado. Esto significa que una variación en el valor catastral determina rebajas o aumentos en todas las
cuotas tributarias de las que depende.
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