El estrés se acumula en todos nosotros, lo sabes porque lo vives en tus propias carnes, porque más de una vez dices aquello de “necesito desconectar”, “quiero una tarde para mi” o “¡Qué ganas tengo de unas vacaciones”. Quitarse el estrés de encima es necesario si quieres sentirte más pleno y dar lo mejor de ti en tu día a día.
VIDAS CON MUCHO ESTRÉS
Tenemos que partir de la idea de que nuestras vidas están tan llenas de compromisos y responsabilidades, que es difícil que no nos estresemos siempre un poco, que no acumulemos ese estrés que más tarde nos pasa factura a través de diversos síntomas:
Alteraciones del sueño.
Tensión en la espalda.
Cambios de humor.
Malas digestiones.
Problemas en la piel, cabello.
…
Lo cierto es que lo mejor que se puede hacer con el estrés es crear entornos de trabajo o configurar nuestra vida para que este no exista, diseñando a medida nuestro espacio vital y laboral, así como las responsabilidades. Pero todo esto quizás suena un poco a cuento de hadas ¿quién puede hacerlo? Así que lo que seguro que todos podemos hacer es quitar ese estrés de nuestra vida, algo así como hacer limpieza de nuestro cuarto para poder estar a gusto en él. Aunque con el tiempo, como todos sabemos, se vuelva a desordenar.
El estrés siempre es una respuesta psicológica a tu entorno, es decir que tú decides inconscientemente estresarte, no hay nada ni nadie que te obliguen. Si tan sólo consiguiéramos ser un poco más resistentes a las demandas de nuestro entorno y nos tomáramos de otra forma las mismas, el estrés no nos afectaría tanto.
Cada persona necesita diferentes estrategias para poder bajar su nivel de estrés, de lo contrario éste se acumulará en su cuerpo y le podría llevar a sufrir síntomas serios de deterioro personal: estrés crónico o burnout, haciendo que pase una buena temporada fuera de juego.
Hablo bastante de estrés porque es un tema que vivo de cerca, no me es ajeno. De ahí que lo estudie con tanto detalle y me resulte un campo tan interesante. Aprendí a ser ambicioso sin que nadie me lo dijera, pero en toda ambición hay una parte ansiedad y de no ser gestionada adecuadamente tendrá efectos contrarios para conseguir los objetivos que te propones.
Entre mis principales estrategias cotidianas para quitarme el estrés de encima están distintas acciones:
Son las 7:06. A las 7:40 saldré a correr hasta las 8:24. Esto hace que empiece el día con un nivel es estrés más bajo y energía más alto. El deporte reduce tu estrés.
La semana pasada estuvimos en Zaragoza y casi todos los días de la misma nos los tomamos como libres. Acabamos de reservar unos días libres en Sevilla para mediados de Noviembre aprovechando que trabajo con ESADE por allí y que realizamos el seminario “Inteligencia Comercial”, a esto le seguirán las vacaciones de Navidad en pocas semanas. La estrategia es: cada 5-6 semanas tiene que haber un pequeño break en nuestras vidas.
Reservar espacio para la pareja. Antes que otros factores, para mi es fundamental que Belén y yo estemos al 100% como pareja. Tener hijos no facilita las cosas, si eres padre o madre lo habrás comprobado. Aunque ambos estemos muy felices y enteros con Noa, hay que actuar proactivamente y planificar nuestro tiempo para estar juntos y contactar.
Otras estrategias que ya conoces son dormir bien, una alimentación saludable y por supuesto la meditación de cada día, que acabo de realizar.
MENTALIDAD ANTIESTRÉS
Pero si queremos tener una mejor vida gracias a disminuir el estrés, la clave está en tener una mentalidad antiestrés, en la que este entre lo menos posible. Para eso, trabajo bajo un supuesto:
“Todo es posible. En mi vida hay un sitio y un lugar para cada cosa que yo decida”
Esto no quiere decir que no diga a muchas cosas que no, sólo quiere decir que si algo decido hacerlo o está dentro de mi área de responsabilidad, no me voy a pelear contra ello. Lo integro en mi vida y le hago un hueco.
Por ejemplo, si tienes compromisos familiares, personales, profesionales, y otros tantos, te puedes agobiar cuando llega algo nuevo que hacer o algún nuevo contratiempo, o puedes aceptarlo pensando “¿y qué? también puedo con esto”.
Hoy mismo tu coche podría dejar de funcionar, un familiar requerir tu ayuda, se te podría romper la lavadora, un vecino demandarte porque haces demasiado ruido o tu jefe darte más trabajo del que puedes realizar. ¿vas a permitir que todo esto te estrese o vas a decir “también puedo con esto”?
La presión no tiene porqué convertirse en estrés. Los que son víctimas del estrés dicen “No puedo más”. Los que aceptan lo que ocurre dicen “Puedo con esto”. La cuestión es que finalmente los primeros y los segundos acaban lográndolo, pero los primeros lo viven con más angustia y ansiedad.
Conozco como reacciona una persona víctima del estrés cuando le pides algo, generalmente se ponen muy a la defensiva. Sin embargo, si logramos tener una mentalidad antiestrés como la que propongo, cuando llegue un nuevo contratiempo, compromiso, o estresor a nuestras vidas, no tenemos porqué alterarnos más de la cuenta, simplemente aceptarlo como parte de la vida.
La vida se te va a complicar sí o sí, más vale que aprendas a tomártelo todo con calma, de esta forma podrás aprender a vivir más tranquilo/a.
Que tengas un feliz día.
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