Carta dirigida a Ángel Carromero, joven militante de las Nuevas Generaciones del Partido Popular que conducía el coche en el que fallecieron los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero y que permanece a día de hoy a disposición de las autoridades cubanas y en prisión provisional.
Querido Ángel,
No te conozco personalmente, pero seguro que me he cruzado contigo alguna que otra vez. De todas formas no me va a hacer falta ninguna presentación previa para escribirte esta carta, desde que te vi en las primeras noticias que nos hablaban de la muerte de Payá reconocí en ti el rostro de tantos otros jóvenes. Jóvenes comprometidos con lo creen, con la sociedad en la que viven; jóvenes que desafían el estado de pasotismo general y dedican su tiempo a colaborar con un partido, con unas siglas, con unas ideas. Tú y yo sabemos que eso hoy en día esta mal visto, y más todavía si eres un “niñato” del PP, como alguno que otro se atreve a llamarnos. Sin embargo; tú y yo sabemos que eso no importa, que lo importante es hacer lo que a uno le dicta la conciencia.
A ti tu propio compromiso con la democracia te llevó hasta Cuba, para apoyar allí a los disidentes de una dictadura atroz, como era aquí la de Franco. Nosotros tuvimos la suerte de no conocerla, gracias a la valentía de los que nos anteceden, por eso hay que ser solidario con los jóvenes que sí padecen todavía el terror de no poder decir lo que piensan. Tú no quieres ser un héroe, lo sé, tu viaje iba a ser discreto; pero el infortunio ha querido lo contrario.
Todavía no nos queda claro que sucedió en aquella carretera, somos muchos los que hemos aprendido a sospechar de una dictadura que lleva años machacando al que piensa diferente. Las detenciones en el entierro de Payá ponen muy a las claras que estos no respetan nada. Pero bueno, sea como fuere, lo que esta claro es que confiar en la justicia de ese presido jalonado de presidios en que los Castro han convertido a Cuba es un ejercicio de cinismo reservado a los pocos retrógrados que quedan en este mundo (en España tenemos unos cuantos).
Lo importante ahora es que vuelvas a casa cuanto antes, y que aquí, después de abrazarte todos, nos cuentes lo que yo ya se que nos vas a contar, que Cuba sigue estando gobernada por una dictadura sin escrúpulos y que nosotros no podemos dar la espalda a los que son nuestros hermanos. Ya aquí podremos laurear a Oswaldo Payá con los honores del campeón de la democracia, del mártir de la libertad, rezando para que pronto sus familiares, amigos y seguidores puedan hacer lo mismo en su casa.
Ahora cada hora, cada minuto, cada segundo que pasa y que sabemos que sigues en manos de ese régimen es una hora, un minuto, un segundo de angustia para todos nosotros. Vuelve Ángel, no podemos concedernos el lujo en esta España en crisis de olvidarnos de un compatriota con un alto sentido del compromiso como tú has demostrado tener. Fuerza Ángel, todos estamos contigo, ni un momento hemos dejado de estarlo. Ten fe y confianza, aquí ya estamos preparando tú regreso. Esperando poder conocerte en persona y abrazarte pronto,
Un compañero.
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