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Cambio de hora

Las perlas de Carla
Manuel del Pino
lunes, 30 de octubre de 2017, 06:29 h (CET)
Me gusta el cambio de hora, cambiar todos los relojes dos veces al año, como dicen las altísimas autoridades europeas, para ahorrar energía, porque no creo que las altísimas autoridades europeas sean unos asquerosos majaderos, sino muy democráticas.

Ahora, si es necesario cambiar todos los relojes para ahorrar energía, porque lo dicen las altísimas autoridades europeas, tan democráticas, que desde luego no son unos asquerosos majaderos, entonces deberíamos ahorrar más y mejor energía:

Deberíamos cambiar todos los relojes de hora, pero dos veces al mes. O mejor, dos veces a la semana. O mejor, dos veces al día. O mejor, dos veces cada hora. Así ahorraríamos muchísima más energía, y las altísimas autoridades europeas, tan democráticas, estarían muchísimo más contentas con nosotros, pues no son unos asquerosos majaderos.

No importa que mareemos a todos los niños, a todos los ancianos, a todos los enfermos, a todos los trabajadores, a todos los europeos, cambiando dos veces al año todos los relojes, pues es necesario ahorrar un poco de energía.

No vaya a ser que no ahorremos un poco de energía cambiando dos veces al año todos los relojes. Cambiando el amanecer, cambiando el anochecer, cambiando el desayuno, cambiando el almuerzo, cambiando la cena, cambiando la hora de levantarse y de acostarse, todo muy democrático, por unas altísimas autoridades europeas nada asquerosas ni majaderas.

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