Toni Beltrán, guionista y director de programas, ha incendiado internet. Ha acusado públicamente al Jefe de Ficción de TVE Fernando López Puig de apropiarse de la idea de ‘Stamos Okupa2’.
En el artículo publicado en la página Bloguionistas no se ha dejado lugar a dudas. En él Toni Beltrán, guionista de programas como ‘El club de Flo’ o ‘TNT’ y que ahora dirige el programa ‘Gormandia’ en Canal 9, denuncia cómo Fernando López Puig, actual Jefe de Ficción de TVE, ha robado la idea argumental de la serie ‘Stamos Okupa2’ (estrenada el viernes pasado en La 1).
El blog nos describe cómo, el 26 de febrero de 2009, acudió a una reunión en TVE donde, entre otros, se encontraba Fernando López Puig. Presentaba un proyecto para una comedia titulada ‘Casa Okupa’, cuya sinopsis era la siguiente: unos ancianos deciden fugarse de su asilo y, tras la fuga, ocupar un edificio, acción a la cual se une un grupo de jóvenes pero que, sin embargo, es boicoteada por un matrimonio cuyo objetivo es especular con el inmueble. Los parecidos son más que razonables con ‘Stamos Okupa2’.
Tras la reunión y ante la negativa de la televisión pública, los creadores del proyecto, respaldados por una productora, acudieron el 28 de abril de 2009 a Antena 3, el 6 de mayo del mismo año a Cuatro y el 23 de junio de 2010 a Telecinco. De todas estas cadenas parece que Antena 3 sí tuvo cierto interés, tanto que incluso una conocida actriz (que el artículo no cita, pero que en los mentideros se rumorea que es Loles León) se vio involucrada y se adaptó un personaje para ella. Pero a pesar de estos esfuerzos, se llegó a un punto muerto y ‘Casa Okupa’ terminó en un cajón.
Toni Beltrán se sorprendió cuando ‘El País’, el 22 de diciembre de 2010, anunciaba que TVE volvía a la producción propia con una historia muy similar a la suya. Aunque, al parecer, trató de ponerse en contacto con la cadena pública, no recibió ninguna respuesta, y su asesor jurídico le aconsejó esperar, pues sin estreno no existe vulneración del derecho.
Como, al fin y al cabo, este mundo es muy pequeño, Toni Beltrán y Fernando López Puig coincidieron en el II Encuentro de Guionistas organizado en Madrid en noviembre de 2011. El guionista reproduce la incómoda conversación que tuvo lugar y que, siempre en la versión de Toni Beltrán, puso fin él mismo diciendo “No me gustaría vivir en un mundo profesional tan ruin como para pensar que un Jefe de Ficción de una televisión pública puede hacer esto y salir indemne”. Fernando López Puig no ha contestado formalmente aún a esta acusación.
Es cierto que ‘Stamos Okupa2’ no ha tenido un resultado espectacular, ni bueno, ni siquiera mediano. Su 8’8% de share y los 1.357.000 espectadores de media que la siguieron en su estreno no pronostican un futuro muy próspero a esta ficción. Pero este resultado no justifica en ningún caso la apropiación indebida de la autoría de una obra, si es que finalmente se demuestra este extremo. Por desgracia es mucho más frecuente de lo que se piensa este tipo de sucesos, y todos tenemos en nuestro haber dudas más que razonables (o constancias patentes) de estas situaciones.
A pesar de que en el mundo de la creación televisiva se pueden registrar los proyectos, el miedo a demandar a una gran productora o cadena y perder oportunidades laborales, la escasez de recursos para acudir a un asesor legal o, simplemente, la subjetividad a la hora de evaluar si un argumento está realmente copiado o ha surgido de un proceso creativo original, ha dejado a muchos profesionales (experimentados o noveles) con el único consuelo de la resignación.
Parece que Toni Beltrán ha decidido no resignarse y defender su versión. Cualquiera que sea el resultado de su empresa, es un momento para la reflexión, no solamente en el audiovisual, sino en todos los sectores. La “meritocracia”, el reconocimiento de los méritos, el trabajo y el talento es una condición indispensable para salir de la crisis. Si quien tiene ideas y capacidad no es recompensado, malgastará su genio en otra actividad que no reporte ningún beneficio para la industria, o se verá obligado a emigrar y dejar en otras tierras el provecho de su experiencia. Sí, ha llegado el momento de decir, en mayúsculas “BASTA”.
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