Más del 50% de los pacientes que padecen asma están mal controlados un motivo por el cual aumenta el riesgo de agudizaciones graves que se producen sin previo aviso y con independencia del nivel de gravedad de cada paciente. Ésta ha sido una de las principales conclusiones extraídas de la Jornada ‘Origen’, organizada por AstraZeneca, y celebrada recientemente en Madrid en la que se han dado cita más de 60 profesionales sanitarios.
Como han señalado los expertos en la jornada, el mal control de la enfermedad puede llevar a agudizaciones, en muchos casos graves y que requieran hospitalizaciones, situación que podría evitarse con un tratamiento de mantenimiento y alivio apropiado. Por este motivo, este encuentro ha tenido como objetivo abordar la magnitud y el impacto que supone un mal tratamiento del asma, una enfermedad que padecen 315 millones de personas en el mundo, de la mano de expertos en la materia como el Dr. Richard Beasley, director del Instituto de Investigación Médica de Nueva Zelanda, y el Dr. Vicente Plaza, director del Servicio de Neumología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona.
Según el Dr. Vicente Plaza, han sido muchas las iniciativas que se han desarrollado durante la última década para influir en el grado de adherencia de los pacientes al tratamiento, pero con escasos resultados. “Aunque llevamos muchos años trabajando en temas como la adherencia al tratamiento o la educación de los pacientes, y a pesar del esfuerzo invertido, los resultados siguen estando muy por debajo de lo esperado”, asegura este experto.
Por su parte, el Dr. Richard Beasley ha puesto de relieve el impacto que el asma tiene en la vida de los pacientes, según su gravedad y control. “En el asma leve, puede haber una limitación menor que se reflejaría en sibilancias y falta de aliento al realizar ejercicio; el asma moderada limita las actividades diarias y produce vigilia nocturna; mientras que, en el asma grave, el paciente puede sufrir en cualquier momento ataques de asma severos que requieren intervención médica”, ha asegurado.
La importancia del abordaje a largo plazo
Sobre la situación actual del asma en cuanto a la manejabilidad de la enfermedad y a prevenir eficazmente las exacerbaciones. Los ponentes han explicado que la pobre adhesión del paciente al tratamiento de mantenimiento es una realidad en más del 50% de los casos, a pesar de que actualmente se disponen de nuevas opciones terapéuticas que permiten un mejor control. Además, se le suman otras causas como el uso incorrecto de los inhaladores, el tratamiento insuficiente de la inflamación y el escaso seguimiento de las guías de práctica clínica.
Tal y como ha explicado el Dr. Beasley, “tradicionalmente, el tratamiento del asma recién diagnosticado comienza con un inhalador de alivio beta-agonista de acción corta (SABA, por sus siglas en inglés). Aunque los SABA son efectivos para aliviar los síntomas en pacientes con asma leve, no tienen ningún efecto beneficioso para reducir la inflamación de las vías respiratorias”. Como ha asegurado el doctor, “la dificultad radica en los bajos niveles de uso de esteroides inhalados por parte de los pacientes con asma leve, en los que es poco probable que tomen un tratamiento de mantenimiento a diario si solo experimentan síntomas una o dos veces por semana. Esta situación ha llevado a que los médicos se muestren reticentes a recetar corticosteroides inhalados, a menos que el asma se vuelva más severa”.
Y es que la mayoría de las personas que padecen asma grave o moderada hacen uso de broncodilatadores que, ante síntomas persistentes, generan un alivio inmediato pero que, a largo plazo, no abordan realmente la inflamación crónica, que es la causa principal de la enfermedad. En este sentido, el 24% de los pacientes con asma mal controlada utiliza y confía en gran medida en la medicación de alivio.
En palabras del Dr. Plaza, “cuando el paciente tiene síntomas utiliza, en muchos casos a su criterio, su medicación de rescate con la que se siente cómodo y habituado, y con la que experimenta un alivio rápido”. El problema es, como advierte el doctor, que “el paciente no es consciente de que esta medicación no trata la causa real de su enfermedad, la inflamación subyacente, sino simplemente los síntomas. Al no tratar la inflamación, los síntomas persisten y desembocan en agudizaciones de asma”.
En cuanto a los retos y esfuerzos para mejorar el abordaje del asma en España, el Dr. Plaza ha hecho hincapié en la necesidad de “seguir luchando por mejorar el pronóstico del paciente asmático, trabajar un mayor seguimiento de las guías de práctica clínica, en la educación sobre la técnica inhalatoria, en una mayor adhesión del paciente a su tratamiento mantenimiento, así como en un adecuado tratamiento de la inflamación causante de la enfermedad”.
La reunión, que ha estado compuesta por cinco bloques, ha profundizado de manera integral en el origen y los efectos que se derivan de un inadecuado control de la enfermedad, aportando una visión internacional y nacional de la materia, así como sus posibles soluciones.
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