El Eibar logró puntuar este viernes en su visita a San Mamés (1-1) gracias a un gol de Kike García en el tramo final del derbi vasco, perteneciente a la vigésimo primera jornada de la Liga Santander que estuvo pasado por agua dada la intensa lluvia que cayó sobre el verde de la Catedral del fútbol español.
El conjunto armero acabó siendo mejor, tuvo más posesión y gozó de las ocasiones más claras. La reacción del equipo de Mendilibar resultó vital para que el Eibar saliese de San Mamés mucho más contento que su oponente, además de acariciar los puestos de Europa a expensas de que se complete el resto de la jornada.
El Athletic, por su parte, arrancó de mejor manera, sobre todo por los errores de Dmitrovic, que estuvo a punto de costar muy caro a los visitantes. Etxeita, en un córner, y Aduriz, un minuto después, buscaron sin suerte el primer gol de la noche durante los buenos minutos del equipo rojiblanco.
Sin embargo, la segunda parte dejó otro escenario con el tempranero gol de Aritz Aduriz. El veterano delantero marcó a placer tras un centro sensacional del recién renovado Iñaki Williams, el mejor de los 'leones', en una jugada por la banda izquierda. El pase fue exquisito y el '20' marcó con suavidad antes de que Rubén Peña impidiese su remate.
El gol, no obstante, vino mejor al Eibar que al Athletic. Primero por el peso del partido, que pasó a ser blaugrana, y después por el conformismo en defensa de los bilbaínos. Los de Ziganda, sin Laporte -que viajará a Inglaterra para fichar por el City- sufrió la velocidad del rival en el cuarto de hora final.
Y ahí llegó el gol eibarrés, en una acción de Charles cuyo disparo se estrelló en un defensa y en la confusión Kike metió el pie para dejar el 1-1 definitivo. Arbilla estuvo muy cerca de conseguir el segundo con un disparo muy lejano, pero el marcador no se movió. El Athletic se queda décimo y el Eibar, séptimo.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.