MADRID, 23 (OTR/PRESS) La actualidad política choca contra un importante avance y un importante retroceso. El primero es la negociación a favor de la renovación del Poder Judicial. Y el retroceso está en los disturbios de protesta por la detención de Pablo Hasél. En todo caso, yo diría que esto supone una muestra de contradicción dinámica en la vida políca española de actualidad, lo que puede signicar un factor positivo por contener un síndrome de realidad viva, algo que favorece a la política española. Eso será discutible, pero encierra un claro factor positivo, al significar que en la vida política de la nación actúa claramente un factor de dinamismo político que presta viveza a la realidad. La contradicción significa que la política nacional está fuera de cualquier síndrome de igualitarismo que se posa sobre una realidad diversa, lo que encierra un factor claramente favorable pues lo diverso es siempre enriquecedor, lo cual es así, aunque pueda parecer negativamente contradictorio. Porque pasaron los tiempos de las realidades puntuales y sin matices, pues vivimos un tiempo esencialmente cambiante, que dota de riqueza y variedad a la política española, lo que no deja de ser positivo, aunque pueda encerrar dificultades de comprensión. Pero lo que quiero sobre todo destacar es lo que tiene de positivo que se ponga en marcha el tan esperado proceso de negociación para poder llegar a salir del punto muerto de la parálisis en que entró años atrás la situación del Poder Judicial, un estancamiento muy desfavorable para el correcto funcionamiento de algo tan importante dentro de un Estado democrático moderno y dinámico como pretendemos que lo sea el nuestro, proceso que lleva ya demasiado tiempo interrumpido, con sus desfavorables e inevitables consecuencias para el correcto funcionamiento del Estado democrático y de Derecho, sin lo cual vamos para atrás sin remedio. En cuanto al otro aspecto antes mencionado, el de los disturbios por el encarcelamiento de Hasél, el tema ha estado siendo escandaloso, pero nada más que eso, por muy espectacular que haya resultado todo y por muy objeto de toda clase de comentarios que haya merecido. Sin duda ha sido un motivo de espectáculo toda esta historia, lo que ha supuesto un clima de cierta tensión política, pero sin pasarse demasiado. Y lo cierto es que el 40 aniversario del 23-F ha resultado un acontecimiento memorable y pleno de enseñanzas históricas y políticas que estaban haciendo mucha falta. Ha sido una buena idea la conmemoración así del aniversario redondo del intento de golpe de Estado, que ha supuesto un motivo de reflexión profunda, sobre todo para los que vivimos muy de cerca aquellos acontecimientos, que se sitúan en un lugar de privilegio en la Historia y que nos ha ayudado a una reflexión serena sobre aquello que vivimos y que nunca olvidaremos, pues encierra una profunda enseñanza, que se convirtió en uno de los acontecimienois más memorables que hemos podido vivir y que dotaron a la democracia de un contenido lleno de enseñanzas memorables y de una gran utilidad.
|