MADRID, 2 (OTR/PRESS) Mucho cuidado, que no ocurra otra vez la marcha atrás en la evolución de la pandemia y en Semana Santa nos llevemos la gran sorpresa. Sería casi de risa, si no fuese de lágrimas. Ya sabemos que ese destino es muy ingobernable, por lo que todas las precauciones y cuidados son pocos siempre. Repetir la triste historia sería absolutamente imperdonable. De modo que lo único sensato es extremar las precauciones para no caer en una trampa que podría ser irreversible. Pero bueno, de momento la evolución de las cosas parece ahora más favorable que nunca en los pasados meses. Que Dios nos eche una mano. Pero hoy quiero centrarme en otro aspecto de la realidad, y es la evolución y crisis de la derecha española, a lo se añade la situación del PP tras sus fracasos recientes y la amarga espera de las amenazas que acechan al partido dirigido por Pablo Casado. Viendo la otra noche al ex presidente Aznar en "Lo de Évole", me asaltaba el pensamiento de que igual se decidía a dar el salto pirueta de intentar regresar al protagonismo y decidir desplazar a Casado. Cualquier cosa puede suceder ahí, teniendo en cuenta la peregrina situación en que el partido se encuentra, situación de la que puede surgir cualquier cosa. Haciendo una fácil interpretación de la realidad, se corre el riesgo de que Aznar se decidiera a dar el salto, a la vista de que es el personaje del partido que mejor estaría situado en la vorágine pepera. Mirándolo con simpatía o sin ella, lo cierto es que Aznar es, con mucha diferencia, el personaje más capacitado y más experimentado del sector, además de ser quien mejor sabe moverse en el mundo de contradicciones que cacterizan al partido. No es cosa de hacer adivinanzas, pero nada me sorprendería que el ex se decidiera a dar el salto, pensando sobre todo que Rajoy quedó incapacitado con la moción de censura. Ya sé que hoy me estoy moviendo en la esfera posible de lo inesperado o inescrutable, pero tal como están las cosas, eso no es una locura pensarlo. Vamos a esperar un poco y saldremos pronto de dudas. En cualquier caso, veo con claridad que ni Casado ni nadie más que no sea Aznar está en condiciones de empujar al partido hacia delante, por lo menos para sacarlo de su tremenda crisis y del descrédito en que ha entrado en los últimos dos o tres años, y por supuesto a raiz de la memorable moción de censura que se llevó por delante a Mariano Rajoy. Por supuesto que a todo ello hay que añadir el significado de la figura de Pedro Sánchez, que resulta inverosímil por simple comparación, por mucho que objetivamente no se pueda entonar un canto de glorificación del actual presidente del Gobierno español. Vamos a terminar las elucubraciones y a omitir por hoy las alusiones a Pablo Iglesias y compañía, que significan un plus en la actual coalición de Gobierno, por si ello era necedsario,que en realidad no lo es. Amigos, un poquito de paciencia para las próximas semanas y tal vez meses y a lo mejor hasta salimos pronto de dudas. Eso, un poquito de paciencia.
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