El juez encargado del caso por las explosiones registradas en agosto de 2020 en el puerto de la capital de Líbano, Beirut, ha ordenado este jueves liberar a seis de los detenidos, entre ellos el comandante de la Seguridad del Estado, Joseph Nadaf. Según las informaciones recogidas por la agencia estatal libanesa de noticias, NNA, la decisión del juez Tarek al Bitar afecta también al comandante de Seguridad General, Charbel Fauaz, a dos de sus adjuntos, a Johny Gerges y a Michael Murr. Murr y Gerges son empleados de la Dirección General del Puerto, mientras que los adjuntos de Fauaz son Elias Chahine y Jaled Jatib, quienes trabajan en Aduanas. Las demandas de liberación de otros 19 detenidos han sido rechazadas, tal y como ha informado el diario libanés 'L'Orient le Jour'. La decisión de Al Bitar llega una semana después de que un fiscal abogara por la liberación de once personas. El juez se ha comprometido a no encarcelar a ningún inocente y a no dejar en libertad a ningún responsable de las explosiones, que dejaron más de 200 muertos y devastadores daños materiales. "Cualquier medida que se tome estará fundamentada en claras pruebas científicas y haremos que rindan cuentas los responsables, ya sean políticos, miembros de las fuerzas de seguridad u otros", dijo a mediados de marzo, durante una reunión con familiares de las víctimas. Al Bitar fue nombrado para el cargo a mediados de febrero, después de que el Tribunal de Casación aprobara el cese de su predecesor, Fadi Sauan, tras aceptar la petición presentada por los exministros Alí Hasán Jalil y Ghazi Zeaiter, que acusaron de incompetencia al juez. Las investigaciones en torno a las explosiones fueron suspendidas en diciembre a raíz de la negativa del primer ministro en funciones, Hasán Diab, y varios exministros imputados --Jalil, Zaeiter y Yusef Fenianos-- de ser interrogados por Sauan. Tras ello, Jalil y Zeaiter presentaron un recurso ante el Tribunal de Casación para la recusación de Sauan y le acusaron de violar la Constitución durante sus procedimientos contra ellos tras imputarles. El juez dijo que tanto Diab como los exministros "recibieron varios avisos por escrito que les advertían en contra de retrasar el traslado del nitrato de amonio. Las explosiones tuvieron lugar en un momento en el que Líbano atraviesa una grave crisis económica --la peor desde la guerra civil (1975-1990)-- y desencadenaron una nueva oleada de protestas que se saldó con la dimisión de Diab, sin que hasta la fecha se haya pactado la formación del nuevo Ejecutivo.
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