La Comisión de Investigación en el Congreso de los Diputados sobre el accidente del vuelo JK5022 de Spanair ha aprobado este jueves el dictamen que será elevado al Pleno, en el que se responsabiliza del "fallo sistémico" que provocó el accidente a diferentes cargos del Gobierno asociados al Ministerio de Fomento en 2008, dirigido en aquel momento por la exministra Magdalena Álvarez. El dictamen recoge que el 20 de agosto de 2008, fecha en la que ocurrió el accidente, se produjeron una "correlación de factores causantes que concluyen en el trágico accidente" en el que perdieron la vida 154 personas y 18 resultaron heridas. En dicha comisión, aprobada el 6 de febrero de 2018 por el Pleno del Congreso de los Diputados, han comparecido un total de 48 comparecientes y se ha analizado documentación tanto pública como privada. El dictamen recoge que el fallo sistémico que provocó el accidente es una responsabilidad de los encargados del comprobar el correcto funcionamiento del sistema a través de los medios del Estado y establece un listado de cargos que en 2008 asumían puestos de responsabilidad, tanto en el Ministerio de Fomento como en la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC), Aena y la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC). Entre ellos, se encuentra el entonces secretario general de Transportes y secretario de Estado, Luis Fernando Palao; el director general de Aviación Civil, Manuel Bautista; el jefe de Gabinete de la ministra Álvarez, Antonio Fernández; y Manuel Azuaga, presidente de Aena entre 2004 y 2008. Asimismo, señala que la compañía Spanair ya sufría por entonces las "serias dificultades económicas" que provocaron su quiebra en 2011, mientras que el Reglamento Europeo dispone que es necesario que las compañías aéreas operen "con criterios de buena gestión económica" para garantizar la seguridad. La compañía también habría recibido "sin mediar inspección" por parte de la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) la prórroga del Certificado de Aeronavegabilidad para el avión siniestrado. El dictamen también recoge la actuación tanto de los técnicos de mantenimiento de Spanair, que solucionaron el problema inicial del avión "sin averiguar qué está originando la avería", como la de los pilotos, que "presionados por el compromiso" de puntualidad de la aerolínea, así como por el ERE presentando por la compañía días antes, no chequearon de manera correcta el sistema de despegue del avión. Todo ello, sumado al fallo de la alarma TOWS, que no advirtió de la configuración incorrecta, un problema detectado hasta en 72 ocasiones en otros aviones y que Boeing "no ha podido o no ha querido acreditar las causas de estos fallos". Asimismo, el dictamen considera que el plan de emergencia de Aena en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas no funcionó correctamente, activándose de manera tardía el día del siniestro. Por ello, señala que en el accidente de Spanair fallaron "todas las barreras de seguridad". El documento detalla una serie de puntos que la Comisión considera que deberían trasladarse al Ministerio Fiscal. Entre ellos, que tanto la DGAC como la CIAIAC no hayan enviado documentación solicitada por la Comisión; la reclamación a Boeing de los datos técnicos del MD82 que no fueron facilitados; el posible delito de revelación de secretos de Estado por las filtraciones en las comunicaciones por parte del Ministerio de Fomento, y comprobar si el trato de la aseguradora Mapfre a las víctimas y familiares se ajustó a la normativa europea e internacional. El Grupo Socialista presentará su voto particular en contra del dictamen al considerar que este establece responsabilidades que son competencia de la justicia.
|