El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, ha reconstituido el Parlamento a través de un decreto en el que ha anunciado los nombres de los parlamentarios que serán parte de la Asamblea Legislativa Nacional de Transición, la cámara baja, tal y como contempla el acuerdo de paz firmado en 2018. La orden de Kiir ha llegado después de que disolviera el sábado el anterior Parlamento, que ahora incluye a representantes de todos los firmantes del acuerdo de paz, algo que llega más de un año después de la formación del Gobierno de unidad. El citado acuerdo contempla que la cámara baja del Parlamento se expanda de 400 a 550 legisladores, de los cuales el Gobierno nomina a 332, mientras que el principal grupo rebelde, el Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-En Oposición (SPLM-IO), elige a 128, según ha recogido la emisora Radio Tamazuj. Por su parte, la Alianza de Oposición de Sudán del Sur (SSOA), nomina a 50 miembros, mientras que Otros Partidos Políticos (OPP) cuenta con 30 escaños y Antiguos Detenidos suma a otros 10. Por ahora queda pendiente el nombramiento de los miembros de los miembros del Consejo de Estados, la cámara alta. La formación del Parlamento, organismo que estará a cargo de poner en marcha las reformas acordadas en 2018 entre las partes, era uno de los principales asuntos no aplicados del acuerdo de paz, junto con la unificación de las fuerzas de seguridad. La Presidencia de Sudán del Sur ha anunciado en enero que las partes firmantes del acuerdo habían acordado extender una vez más el periodo de transición, en esta ocasión hasta 2023, para dar margen a la aplicación de las cláusulas del pacto. Hasta la fecha se han pactado otras dos extensiones del periodo de transición, la primera de ellas anunciada en mayo de 2019 por un periodo de seis meses, después de que el antiguo líder rebelde y actual vicepresidente primero del país, Riek Machar, pidiera tiempo para aplicar algunas cláusulas relativas a la seguridad. Asimismo, este periodo fue prorrogado otros cien días tras llegar a su fin debido a la falta de avances definitivos en varios aspectos clave, incluida la seguridad, tras lo que se anunció la formación en febrero de 2020 de un Gobierno de unidad pactado por Kiir y Machar. A pesar del descenso de los enfrentamientos armados entre el Ejército y los grupos rebeldes --algunos que no firmaron el acuerdo de paz se comprometieron posteriormente a un alto el fuego y están en negociaciones con Yuba--, el país ha sufrido un repunte de los enfrentamientos intercomunitarios, achacado en parte a los vacíos de poder y seguridad generados por la lentitud en la puesta en marcha del acuerdo de paz.
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